México, D.F. / Abril 19.-
Apegado a la esencia que permite al América ser el único equipo del futbol mexicano que polariza sentimientos, Guillermo Ochoa resalta la importancia que da a cualquier fase final la participación de las Águilas.
El conjunto dirigido por Carlos Reinoso rasguña la Liguilla. Con dos juegos por disputar, se ubica en el octavo sitio de la clasificación. Su presente es incómodo, aunque tiene la ventaja de no depender de algún otro equipo. Si derrota al Atlante y los Pumas, estará en la fiesta grande.
“América siempre es candidato al título y siempre genera expectativa”, sentencia el carismático guardameta. “Por supuesto que le vayan o no le vayan, siempre les gusta ver a nuestro equipo en la Liguilla, así que esperemos estar ahí, y vamos paso a paso”.
“Si bien aún no conseguimos nada en alguno de los dos torneos [Clausura 2011 y Copa Libertadores], estamos bien encaminados”.
La irregularidad que ha caracterizado a los azulcrema durante los más recientes meses aumentó la presión que de por sí rodea al plantel, situación que no preocupa al capitán águila, quien es todo un experto en cuanto a estar en el ojo del huracán.
Ochoa es el mejor ejemplo de los sentimientos encontrados que despierta el club: idolatría u odio.
“El jugador de América tiene que saber vivir con esto”, comparte. “Aquí siempre hay presión y se hablan más cosas malas que buenas, pero hay que estar tranquilos, porque nosotros sabemos lo que estamos haciendo bien, a dónde queremos llegar… Eso es lo realmente importante”.
El siguiente paso es resolver el cotejo del miércoles frente al Nacional de Montevideo, como visitante. Un empate le bastará a las Águilas para conseguir el boleto a los octavos de final en la Libertadores, pero Memo ya piensa en el choque contra los Potros de Hierro, del próximo domingo, en el Estadio Azteca.
“La siguiente semana nos tocará enfrentar a un rival que es de nuestro mismo Grupo [Dos], y la clasificación sigue estando en nuestras manos”, valora. “Por supuesto que no ha sido sencillo, pero ahí estamos, en la pelea”.
Desmarcándose de las encontradas opiniones de integrantes de la institución, sobre cuál es el torneo en el que deben enfocarse, el meta ofrece intentar avanzar lo más posible en ambos.
“Hay qué estirarle hasta donde podamos con los dos”, subraya. “Debemos responder y jugar para pelear en los dos torneos y al final, si se llegan a cruzar los partidos, será la directiva la que tenga que decidir qué hacer, en conjunto con el cuerpo técnico…”.
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