Cannes, Francia.-
La película “7 días en la Habana” retrata a la isla de Cuba bajo la mirada de siete directores que cuentan, cada uno, las 24 horas en la vida de una persona. Las reglas: hablar de Cuba, de su gente, filmar una jornada de principio a fin en 15 minutos aproximadamente y aportar cada uno su toque personal.
Para cada director, la experiencia fue completamente diferente según contaron cuatro de sus realizadores.
Gaspar Noé, Julio Medem, Elia Suleiman y Benicio Del Toro tuvieron oportunidad de recordar juntos cómo fueron esos siete días en la Habana y lo que esta experiencia provocó en ellos.
Dirigido por un cubano
Al que más le cuesta hablar es a Benicio, la estrella de Hollywood que dirigió su primer cortometraje “Submission” en 1995 y que hasta ahora volvió a ponerse detrás de cámaras. “Después de hacer este cortometraje me gustaría plantearme la posibilidad de dirigir una película. También me gustaría volver a rodar en Cuba”, aseguró Del Toro de forma escueta.
Casualmente, también fue a Benicio a quién menos impactó el filmar en un lugar tan particular como la Habana. “Ya había visitado la ciudad en varias ocasiones y la verdad es que mi percepción de ella no cambió nada tras esta experiencia. Es un lugar que me gusta”, dijo el actor que ya le tiene echado el ojo a varios directores cubanos con los que le gustaría trabajar, aunque no reveló sus nombres, “hay muchísimos que me fascinan, pero no quiero mencionar a ninguno en particular”, finalizó cortante.
La ciudad se cae
Para Julio Medem, el director español de “Lucía y el sexo” lo más atractivo de Cuba son sus personas. “Lo que más me gusta de haber hecho este filme fue haberme encontrado con gente del pueblo de la Habana, hermosa, talentosa, cordial y con mucho nivel intelectual y dignidad. Al haber vivido una revolución los cubanos tienen su orgullo, y están en situación de crisis, ¡su ciudad se está cayendo! pero ellos están ahí y sobreviven”.
Discussion about this post