México, D.F.-
Andar por el Fondo Bibliográfico Carlos Monsiváis será como perderse en el barrio de Monsi, en esa ciudad de México que tanto caminó; será habitar su orden construido en el desorden; será también, como andar entre sus gatos, pues el acervo que se compone de entre 24 y 27 mil volúmenes de libros y publicaciones periódicas, se montará sobre un piso cubierto por un tapete diseñado por el artista Francisco Toledo, quien fue uno de sus más queridos amigos.
Esos esbozos que el artista oaxaqueño ha comenzado a hacer, a lápiz, sobre bastidores de fieltro y que serán hechos en México por una empresa de alfombras, están habitados por gatos, gatos que se miran a sí mismos, que dan la espalda, que unen sus colas y saltan; entre ellos hay uno con cuerpo de espiral que mira al cielo y quiere abarcarlo todo, un gato que tiene algo de Carlos Monsiváis.
Su biblioteca, que desbordó su casa en la colonia Portales, una biblioteca rica en cuento, teatro, novela y poesía; que contiene volúmenes de gran formato de fotografía, arte y grabado, así como obras sobre cine y ciencias sociales, y que tiene importantes colecciones de las revistas Sur, Heavy Metal, El Universal ilustrado, Mad y La familia Burrón fue adquirido por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) por la cantidad de 13 millones de pesos.
La compra de la biblioteca del ensayista y cronista fallecido el 19 de junio 2010, en la ciudad de México, forma parte del proyecto de adquisición de bibliotecas personales que se concentran en la Biblioteca de México “José Vasconcelos” de La Ciudadela, edificio que actualmente está en trabajos de remodelación para convertirse en una Ciudad de libros.
En ese espacio, la biblioteca personal de Carlos Monsiváis convivirá con los acervos de José Luis Martínez -único fondo inaugurado-, Antonio Castro Leal -ya terminada-, y las de Jaime García Terrés y Alí Chumacero, que están en proceso. El proyecto arquitectónico, que costará alrededor de 20 millones de pesos, está a cargo del arquitecto Javier Sánchez.
Sin perder su condición casera
La mirada incansable del cronista que fue Carlos Monsiváis, la ciudad, el orden en el desorden y los gatos son los elementos que rigen el proyecto del arquitecto mexicano que se rige por una imagen: el escritorio de Monsiváis repleto de libros.
“Hay un elemento importante que tiene que ver con la ciudad de México, el tema de los recorridos por la ciudad, la crónica de la ciudad, de entender a Carlos como un habitante fascinado por esta ciudad y por su gente y tratar de llevar el proyecto de la biblioteca a una especie de recorrido por un barrio que en este caso está construido con base en libreros”, señaló el arquitecto Javier Sánchez.
De esa manera, la biblioteca que contiene joyas como “Obras espirituales de San Juan de la Cruz” publicado en 1703, “Compendio della vita di S. Luigi Gonzaga della Compagnia di Gesu” de Virgilio Cepari (1792), “El crimen de Santa Julia: Defensa gráfica” de Francisco A. Serralde, publicado en 1899 y “Conquest of México” con ilustraciones de Miguel Covarrubias, será una especie de recorrido por un laberinto con una sola entrada pero con múltiples interrelaciones.
“No queríamos una biblioteca fácil de entender, con un solo recorrido; queríamos que hubiera un circuito, muchas posibilidades como de perderse un poco en ella, los libreros serán pequeños bloques, una especie de laberinto por el cual circularemos, que nos darían cierta dirección, un recorrido tridimensional”, afirmó el arquitecto que propuso la alfombra con base en el diseño de Toledo.
Y es que Francisco Toledo no sólo esculpió la urna -con forma de gato- donde reposan las cenizas de Monsiváis, también es el autor de los tapetes que cubrirán todos los pisos de esa crujía de 7 x 20 metros donde se instalará el acervo de Monsiváis, que contiene libros autografiados de Gabriel García Márquez, Elías Nandino, Fernando Benítez y Octavio Paz.
Durante la conferencia de prensa, Beatriz Sánchez, prima del cronista y su principal heredera, dijo que todos los libros han pasado a resguardo de Conaculta, dijo que a Carlos Monsiváis le hubiera gustado que su biblioteca fuera publica y que al ver sus colecciones -ricas en cultura popular- será como estar viéndolo a él. “Una biblioteca pública es algo que seguramente él hubiera pensado en un futuro, estamos muy complacidos con el rescate de su biblioteca que es muy importante. La biblioteca es también un poco Carlos, sus libros, sus entusiasmos, sus descubrimientos, es recordar a Carlos, es verlo a él”.
Consuelo Sáizar, presidenta del Conaculta, expresó que la adquisición del acervo bibliográfico enriquecerá “el pensamiento y la reflexión del país” que pasa a ser parte de lo que llamó “corpus de grandes colecciones”.
Un acervo que para Fernando Álvarez del Castillo, director de bibliotecas, da cuenta de una diversidad de intereses, entre los que destacan las colecciones de autores norteamericanos e ingleses, de gráfica, la historia de la cultura de México y las artes plásticas. “Esta es una biblioteca fundamentalmente de investigación”.
La biblioteca, que como todas las demás abrirá en el último trimestre del año, cuando acaben los trabajos de intervención en La Ciudadela, tendrá todos los libros reunidos por el cronista; mientras que su colección de caricaturas y obras plásticas se quedan en el Museo del Estanquillo; sin embargo, su colección de 2 mil películas y 10 mil fotos aún no tienen un destino definido por la familia.
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