México, D.F. / Octubre 26.-
A esta bella mujer llamada Catalina Otálvaro un creativo productor decidió ponerle unas enormes alas para una sesión fotográfica y terminó siendo una de las más sensuales que haya producido. A partir de ese momento, Catalina se convirtió en el ángel de la moda y logró ingresar al selecto grupo de top models colombianas.
“La sensualidad es un asunto de actitud, se refleja y se expresa cuando nos sentimos sexy y no existe nada mejor para resaltar esta característica teniendo siempre alguien a tu lado”, sentenció.
Catalina es estudiante de Derecho de la Universidad de Medellín. Tiene 23 años, mide 1.68 metros y su piel trigueña hace resaltar sus ojos con los que logra producir todo tipo de encanto en los hombres.
“Son una mal necesario en esta sociedad… hay que saberlos entender para que nos entiendan”, señala la modelo colombiana.
Gracias a su cuerpo logró importantes campañas publicitarias, pasarelas y el ingreso como estrella invitada a las ferias de moda de alto prestigio en su país. “Hay que saber aprovechar tu cuerpo, ya que él abre muchas puertas en este negocio de la farándula”.
Ahora, como una de las divas del modelaje, sus días se pasan entre sesiones fotográficas, el gimnasio y en tratamientos en el spa.
Sus mejores amigos son dos hámsters que viven en su balcón y nunca la abandonan. “Temo decir que en esta vida mis mejores amigos son mis mascotas… La profesión de modelo es un mundo lleno de envidas que si las sabes aprovechar te fortalece”.
Lo cierto es que a Catalina Otálvaro la buscan de toda Latinoamérica para hacer catálogos y producciones publicitarias para revistas internacionales. Viaja a México, Miami y Brasil continuamente.
“Ahora me he propuesto buscar un lugar dentro de las telenovelas en México… es un país fabricante de estrellas y quiero llegar a conquistarlo”.
Al igual que muchas personas, odia madrugar, le teme a la celulitis, es muy católica y eligió para su devoción a la Virgen de Guadalupe. Sus platos favoritos se dividen entre la arepa paisa con queso y el sushi. En los largos ratos libres decidió dedicarse a su pasión: armar rompecabezas ¡hasta de tres mil piezas! Es la envidia de muchas y el deseo de otros tantos, pero lo cierto es que ha logrado mantenerse, y recién comienza y ya va por la fama internacional.
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