Guadalajara, Jal. / Octubre 20.-
Ni siquiera se voltearon a ver camino al vestuario. Nuevo eslabón de la interminable cadena que representa el clásico sudamericano.
Brasil y Argentina pusieron todo en la cancha del estadio Omnilife… Hasta golpes y patadas. Ingrediente que nunca falla cuando ambos chocan, sobre todo en un partido oficial.
El 1-1 dejó con cierta tristeza a los casi 25 mil espectadores que acudieron al primer gran duelo del futbol varonil en los XVI Juegos Panamericanos. El Scratch du Oro fue el consentido, pero la albiceleste apeló al espíritu indomable para sumar una unidad dentro del Grupo B.
La mágica definición de Henrique Nascentes (63’) cimbró el volcán tapatío, estaba a punto de hacer erupción, mas la reacción argentina terminó la fiesta.
Sergio Araujo dio cátedra de movilidad dentro del área y fusiló a César Dutra (74’). Tanto gritado con el corazón; sólo por ellos. La mayoría padeció.
Sentimiento que siguió durante los minutos finales, esos en los que el combinado dirigido por Walter Perazzo amagó con llevarse todo el botín, pero el arquero brasileño lo evitó.
En más actividad del Grupo B, con un gol de Vianney Blanco, Costa Rica derrotó 1-0 a Cuba en el arranque del futbol varonil de los Juegos Panamericanos; Blanco anotó su tanto a los 55 minutos; en el sector A, el duelo Uruguay vs. Trinidad y Tobago se jugará hasta el martes 26, tras el retraso charrúa.
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