Madrid, España.-
Olga Román lleva más de 20 años en el mundo de la música. Durante 12 fue la voz que acompañó a Joaquín Sabina en sus discos y en sus giras por el mundo, y los últimos 11 ha llevado a cabo una exitosa carrera en solitario durante los cuales ya ha grabado tres discos: Vueltas y vueltas, Olga Román y Seguir caminando.
En todo este tiempo la cantante y compositora reconoce que el mundo de la música nunca había vivido una crisis como la actual. Que ya casi no venden discos, que la gente va poco a los conciertos, y que la falta de dinero institucional ha provocado que la industria pase por su peor momento.
“Ahora, o no sales de casa o sales a cantar solo”, reconoce en entrevista, “porque nadie te asegura que con lo que saques en taquilla vayas a cubrir los gastos del concierto”.
La grave crisis económica que vive España, un país en recesión con una tasa de desempleo de 24% de la población, está afectando considerablemente al mundo de la música. Los músicos cada vez graban menos discos; cuando graban uno venden menos copias, y apenas son contratados para hacer conciertos. Y los afortunados que tienen galas se han visto obligados a rebajar su caché o “a taquilla”. Es decir, llevándose un porcentaje de las entradas que se vendan.
El verano pasado, por ejemplo, grupos como Amaral y El Canto del loco tuvieron que bajar sus honorarios de 80 mil a 50 mil euros. Y mientras hace unos años habrían tenido unos 40 conciertos cada uno, en 2011 apenas tuvieron 10 y 13 conciertos respectivamente en julio, agosto y septiembre. Mientras otros como La Unión, Los del Río, Ana Torroja o Rosario nunca habían actuado tan poco.
Es tal la situación de crisis que muchos han optado por irse al extranjero en busca de trabajo como Olga. “En España no hay una cultura musical como en los países latinoamericanos”, explica. “Allí sabes que la gente va a ir a tus conciertos, estás seguro de que van a responder. Aquí dependes de que no llueva, de que no haya futbol… el público en ese sentido es menos fiel”, añade. La joven ha sido una de las que optó por irse de gira. Acaba de regresar de Argentina donde dio 12 conciertos por todo el país y está previsto que este año viaje a México.
Con la llegada de la crisis otros artistas decidieron tomar un año sabático o trabajar fuera, como Alejandro Sanz, que pasó una temporada en México en La Voz, volver a tocar en bares, abandonar la música o cantar en solitario o con un solo músico, un formato mucho más arriesgado y difícil, como han hecho Ariel Roth, Santiago Auserón, Jorge Drexler y Pedro Guerra.
La principal causa de la crisis se debe a que ya no hay casi dinero de las instituciones. Por eso muchos festivales de música, al no tener subvenciones públicas, se ven obligados a desaparecer. Otro factor ha sido el hecho de que durante muchos años los conciertos se han financiado con el dinero de los ayuntamientos. Hasta hace poco la mayoría de los municipios españoles celebraban grandes fiestas con actuaciones a menudo gratuitas; es decir, los ayuntamientos eran los principales clientes del pop español. Durante las fiestas patronales los alcaldes contrataban a los grupos de música favoritos de sus mujeres o sus hijos y a veces pagaban cifras astronómicas. Y las galas se pagaban con la partida anual destinada a estos festejos.
Sin embargo, con la llegada de la crisis los ayuntamientos han recortado de manera drástica los presupuestos municipales desde 2010. Y, lo que es más grave, acumulan una deuda millonaria. Hoy en día hay pocos artistas, mánagers o promotores de conciertos a los que no les deba dinero uno o más ayuntamientos. Según la Asociación de Representantes Técnicos del Espectáculo (ARTE), la deuda municipal contraída con el sector de la música en directo (formada por un entramado de pequeñas empresas y autónomos) supera los 70 millones de euros. Y sólo en la comunidad de Andalucía (sur de España), 90% de los ayuntamientos debe dinero en festejos, y más de 10 empresas de espectáculos han cerrado en el último año.
Hay promotores musicales a los que los ayuntamientos deben millones de euros que han adelantado para pagar a los artistas y ahora no tienen dinero para seguir. Y como el ministerio de Hacienda no concede aplazamientos para pagar el IVA (Impuesto al Valor Añadido), sin el certificado de estar al corriente pierden la licencia. Antiguamente podían ir al banco con el contrato de un ayuntamiento y le adelantaban el dinero, pero con la crisis los bancos ya no dan créditos.
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