México, D.F.-
No es por nada, pero váyanle cantando Las Golondrinas al técnico Enrique Meza como timonel de Cruz Azul, pues si no pudo cumplir con sus promesas de títulos en dos años y medio desde que llegó a La Máquina en el Apertura 2009, mucho menos lo hará ahora que está a punto de culminar su contrato y que existe un ambiente enrarecido por la casi segura salida del delantero Emanuel Villa.
Así como lo leyó, estimado lector: este torneo será otro viacrucis para los de La Noria y sus aficionados, pues además de que El Ojitos sigue sin tener el carácter que este conjunto requiere para sacar el pecho y el orgullo por la institución, también se suma otro posible “boicot” como el del Clausura 2009, cuando luego de perder la final ante Toluca el equipo cementero fue víctima del desdén de sus jugadores porque a Gerardo Torrado no le permitieron irse al Espanyol de Barcelona y por ello terminaron en el último lugar general.
Ahora es turno del más reciente y cuarto campeón histórico de goleo de La Máquina, el argentino Emanuel Villa (Ap’09, 17 anotaciones), quien desde antes que inicie este nuevo certamen y ante el inminente fin de su contrato, ya comenzó a meterle presión a la directiva para que le renueve o si no, se va.
“No hay intenciones de renovar mi contrato y no quiero ser un estorbo para nadie ni quedarme en un lugar en el que no quieran contar conmigo. Me sentiría mal quedarme cuando no me quieren”, dijo El Tito, como si él no se hubiera echado a la hamaca luego de aquel título individual que ganó más por el ritmo con el que venía del Derby County FC inglés, que por lo que ha hecho hasta ahora en Cruz Azul.
BRAVO NO ES LA SOLUCIÓN
Como sea, grandes retos afrontan los cementeros en este Clausura 2012, pero el primero de todos es el de la credibilidad, la cual dejaron en tela de juicio con la contratación de Omar Bravo, proveniente del Sporting Kansas City de la MLS.
Y no lo digo porque la liga estadunidense sea mala, sino porque el ex del Chiverío nomás no la pega en ningún lado y había muchos, pero en realidad muchos otros nombres de mayor calibre que él para reforzar a la destartalada Máquina, que no necesita que le saquen más lana, sino quién sienta en verdad sus colores.
Y los canteranos pueden ser la solución, como en los últimos años lo han sido pero que al final El Ojitos ha hecho menos a la hora de la verdad. Ahí tienen a Javier Aquino, a El Chuletita, Héctor Gutiérrez, Néstor Araujo y El Cata Domínguez, quienes siempre han sacado la cara (aunque no los dólares) por Cruz Azul.
A ellos se suman este torneo sus compañeros Gibrán Lajud, Iñaki Domínguez, Luis Fernando Carrasco y el flamante campeón del Mundo Sub17, Francisco Flores, quienes se ganaron a pulso una oportunidad que otros como el chileno Hugo Droguett, ya dado de baja, han desaprovechado.
Javier Caso, Allam Bello y Manuel Mariaca tampoco formarán parte del equipo, así como Alejandro Castro, quien buscará crecer ahora en Estudiantes, y César Villaluz, que ya se incorporó al San Luis.
Así las cosas, no esperen grandes cosas de Cruz Azul este torneo que está por comenzar y prepárese, si es aficionado cementero, para un periodo de sequía luego de la cual, si se hacen los ajustes pertinentes tras que El Ojitos dejó ir una oportunidad de oro de hacer de este equipo una franquicia dorada, los de La Noria al fin podrán de ver nuevamente la luz.
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