México, D.F.-
La noche de este jueves Demián Bichir fue un patán, machista y grosero, nada que ver con el simpático actor que un día antes había hablado sobre su nominación al Oscar.
Bueno, en realidad no era él, sino su personaje de Buddy Ackerman en la puesta en escena Nadando con tiburones, que se estrenó en el Teatro Insurgentes de la ciudad de México.
El actor interpreta a un viejo productor de cine, quien piensa que la sangre y los gritos es lo que mejor vende, y que tiene la fórmula para hacer éxitos cinematográficos.
“No poseas cerebro, no pienses, estás aquí para cuidar mis intereses”, le dice en una de las escenas a Alfonso Herrera, quien encarna a un joven e ingenuo escritor que se convierte en su asistente.
Y si durante la conferencia que el miércoles ofreció para hablar del Oscar Bichir mencionó a sus contrincantes en la categoría de Mejor Actor, George Clooney (La gran estafa) y Brad Pitt (El juego de la vida), en la obra no fue la excepción.
En una escena con el personaje de Ana de la Reguera, una productora independiente, le dice: “Clooney es un héroe para el cine y no James Cameron (Titanic)”. En otra, Demián simula hablar con una tal “Angie”, de quien se dice su amigo.
“Por favor salúdeme a Brad y a los niños”, exclama Buddy.
El teatro, con capacidad para mil personas, lució a la mitad de sus butacas, aunque ya comenzada la función ingresó más público. Cuando Bichir apareció en escena no hubo aplauso alguno, pero tampoco para sus compañeros, entre ellos Antonio Gaona e Iván Arana.
El personaje de Ackerman es alguien que, pese a su rudeza, arrancó varias carcajadas de los asistentes, como cuando dice que una junta que no puede comenzar sin su presencia, es porque vale la pena atender.
Cuando Demián no pueda asistir a dar la función, su lugar será ocupado por su hermano, Odiseo.
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