México, D.F.-
Un nuevo altar prehispánico y una estela, así como un par de ofrendas, cuya antigüedad se calcula en 2,500 años y se asocia con la cultura olmeca, fueron descubiertos en el sitio arqueológico de Chalcatzingo, en Morelos, por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El altar es de forma rectangular con grabados de patrones comunes en otros monumentos detectados en el lugar (como los denominados 1, 9, 13 y 36), con símbolos abstractos de elementos relacionados con la lluvia. El monumento precolombino, de 50 centímetros de ancho por 40 de altura, se estima fue creado entre 800 y 500 a.C., precisa un comunicado del INAH.
Los arqueólogos del Centro INAH-Morelos también hallaron a unos metros de ese altar una estela que sus creadores no terminaron de cincelar, cuyas dimensiones aproximadas son de 1.70 metros de altura por 60 centímetros de ancho. Se calcula que podría tener la misma antigüedad que el otro monumento descubierto.
Hace menos de un año, en este sitio prehispánico fueron hallados un altar de forma cilíndrica y un relieve con la representación de tres felinos, que también se ha calculado datan de alrededor de 2,500 años.
La arqueóloga Carolina Meza Rodríguez informó que las piezas monolíticas recién descubiertas se encontraron en el área monumental de Chalcatzingo, en la plataforma denominada PC4, durante la excavación de un conjunto residencial detectado en esta área, que por sus características corresponde al periodo Clásico Tardío (700 a 900 d.C.).
La diferencia de temporalidad del altar y la estela con la del área donde se descubrieron, indica que hubo una reutilización arquitectónica y desuso de este tipo de elementos que, si bien fueron importantes para el periodo Preclásico, para el Clásico Tardío fueron sepultados dentro de los edificios, como una manera de desacralizar el valor ritual que tuvieron durante la etapa cultural anterior, agregó Meza Rodríguez.
Con este hallazgo, suman ya 44 los objetos descubiertos en la Zona Arqueológica de Chalcatzingo, entre relieves, altares y estelas, considerados los más antiguos del Altiplano Central y los únicos del Preclásico Medio (800-300 a.C.) en la región.
En otro punto donde se realizan exploraciones arqueológicas para la conservación de las escalinatas del lado poniente de la Estructura 2 (un altar-adoratorio), los arqueólogos del INAH también descubrieron una cista con un entierro múltiple, acompañado de una ofrenda compuesta por seis vasijas de cerámica.
Meza abundó que en el interior de la cista, elaborada en mampostería con paredes planas y cubierta con lajas de piedras de mayor dimensión, se encontraron los restos de dos individuos, cuyo contexto indica que originalmente fueron sepultados en otro lugar y luego de un tiempo se trasladaron al altar-adoratorio. Esta práctica antigua respondía a la creencia de que las construcciones tenían vida, y por ello se les realizaban ofrendas.
Adelantó que por el tipo de arquitectura del área donde se encontraron, podrían corresponder al periodo Posclásico Temprano, que va de 1200 a 1300 d.C.
Por otra parte, en un tercer punto de excavación se localizó otra ofrenda, integrada por núcleos de obsidiana; se ubicó en el interior de una unidad residencial de la época temprana del periodo en que habitaron los olmecas, de manera que, tentativamente, la antigüedad de la oblación se calcula entre 800 y 500 a.C.
Meza Rodríguez detalló que se encontró a 300 metros del área ceremonial del sitio, que desde 2010 es excavada. “En los últimos diez años no se había encontrado una ofrenda similar en Chalcatzingo; es única en su tipo, porque la obsidiana no es un material común de la región, tuvo que haberse traído de otro lugar”.
Refirió por último que “con los recientes descubrimientos se esclarecerán dudas respecto a las áreas de producción de Chalcatzingo, y si las puntas de obsidiana que se han encontrado en el sitio se trajeron de otros lugares o se tallaron aquí”.
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