México, D.F.-
Para el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, el desplome de la alta cultura en la sociedad contemporánea significa el triunfo de la confusión y la perdida de los valores y jerarquías estéticas establecidas para, por ejemplo, determinar el valor de una obra de arte. “La libertad que han adquirido (las artes plásticas) consiste en que todo puede ser arte y nada lo es, aseguró este miércoles el escritor peruano durante la presentación de su libro La civilización del espectáculo (Alfaguara), ensayo en el que se lamenta de la creciente banalización del arte y la literatura, el triunfo del amarillismo en la prensa y la frivolidad de la política en la sociedad actual.
En el acto, realizado en el Instituto Cervantes de Madrid y transmitido en vivo por Internet, Vargas Llosa mantuvo un diálogo con el filósofo francés Gilles Lipovetsky, quien, contrario a las ideas del novelista, aseguró que la hegemonía de la cultura del espectáculo tiene sus ventajas.
Para el autor de La era del vacío, esta sociedad de masas o del espectáculo ha permitido la democratización de la cultura: “La sociedad del espectáculo ha dado mayor autonomía a los individuos. Ha liberado al individuo de los megadiscursos. Los ciudadanos no siguen los dictados de las autoridades como antes, buscan el placer y el hedonismo cultural, que los hace más felices porque tienen capacidad de elegir y construir sus propias vidas”, comentó.
Sin embargo, el novelista peruano no cree que la civilización del espectáculo haya traído paz o sosiego a la sociedad, sino todo lo contrario: “La violencia está muy presente en nuestra sociedad”, aseguró el autor de La ciudad y los perros.
Esa violencia, añadió, se manifiesta en la discriminación hacia las minorías sexuales, la xenofobia, el racismo y la violencia de género, que se pueden atribuir al desplome de la alta cultura, la cual buscaba formar un espíritu crítico, algo que no puede crear lo que Lipovetsky ha llamado cultura mundo.
Si la cultura se vuelve sólo espectáculo lo que va a prevalecer es el conformismo, una sociedad pasiva y hasta el desplome de las instituciones democráticas, comentó Vargas Llosa. Ejemplo de ello, dijo, es la desmovilización de los intelectuales y artistas frente a la política.
Discussion about this post