México, D.F. / Noviembre 10.-
El nombre del multimillonario mexicano Carlos Slim cada vez cobra más fuerza en Nueva York. Con la compra de acciones del diario The New York Times, su participación en la prestigiosa tienda Saks Fifth Avenue y la adquisición de lujosos inmuebles en la ciudad , parece que la Gran Manzana es uno de las urbes favoritas del magnate.
Cuando se trata del tema de las bienes raíces en Nueva York, todo empresario necesita contar con un agente bien conectado dentro del ramo. En el caso de Slim, se trata de un joven de apenas 27 años que decidió dejar sus estudios universitarios.
Soly Halabi, quien aprendió inglés cuando se mudó de Siria a Nueva York a principios de los 90, es el hombre detrás de las últimas adquisiciones inmobiliarias del magnate en este año: un lujoso edificio de oficinas en la Quinta Avenida, y la mansión Duke-Semans frente a Central Park.
Según publica el diario The Wall Street Journal, Halabi ha hecho además ofertas, a nombre de Carlos Slim por el edificio Takashimaya en la zona conocida como Midtown Manhattan, el rascacielo de Pfizer en la Tercera Avenida y por el inmueble del número 1412 en Broadway, muy cerca de Times Square.
Aunque ninguna de estas apuestas concluyó en compra, el equipo del magnate mexicano parece bastante convencido de la labor del joven agente que emigró a la Gran Manzana.
Soly Halabi, quien trabaja para una pequeña firma llamada Venture Capital Properties, señaló al WSJ que ha representado a Slim desde el año pasado.
Según el diario, el modus operandi del magnate es el siguiente: Slim sólo cierra tratos a través de intermediarios, toma decisiones rápidas y, al menos en una ocasión, ha visitado las propiedades que le interesan de incógnito.
Halabi asegura que suele ser discreto al mencionar el nombre del hombre más rico del mundo según la revista Forbes, pero los vendedores potenciales pueden adivinar a quién representa cuando el joven agente habla en nombre de “un acaudalado cliente extranjero”.
Halabi atribuye parte de su éxito al representar a Slim en parte por tener algunos amigos en común con miembros de su equipo en la comunidad de negocios siria-mexicana, pero prefiere no ahondar más en el asunto. Ambos, tanto Halabi como Slim, hablan árabe y español.
Según estimaciones de gente del ramo en Nueva York, con las últimas dos compras de Slim en la Gran Manzana Halabi ha ganado unos 2.5 millones de dólares en comisiones.
Asombrosamente el joven de origen sirio asistió al Kingsborough Community College en Brooklyn, una universidad sencilla la cual dejó durante su segundo año.
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