México, D.F. / Octubre 15.-
Pasión, adrenalina y orgullo, estarán en juego este sábado en una edición más del clásico del futbol estudiantil Pumas CU-Águilas Blancas, con un estadio de CU repleto de aficionados al deporte de las tacleadas.
No hace falta mucho para motivar a los protagonistas de esta batalla, y en los casos de Julio Mateos, mariscal de campo politécnico y de Erik Arzate, capitán felino, la emoción por disputar el que quizá sea su último gran partido los tiene ansiosos por saltar al emparrillado.
Ambos están en su quinto año y saben que el adiós está cerca: “El último año da mucho qué pensar y decir, quiero dar la mayor satisfacción al instituto, este sábado tenemos al gran rival enfrente y vamos por el triunfo”, aseguró el líder en la ofensiva emplumada.
Un juego que se vive al máximo, intensamente, es pasión y orgullo, “me la he pasado revisando vídeos, la vivo al límite, como vives y entrenas, así juegas estos partidos”, agregó.
Aunque el entrenamiento no cambia, en el fondo Raúl sabe que todo es distinto: “Siempre hemos estado listos, el que no lo está no juega liga mayor, ni este deporte, estoy afilando la punta para poder dar un gran juego y el equipo conmigo”.
Un partido especial y con una dedicatoria muy sentida: “La temporada está dedicada a mi madre, se lo prometí en mi último año, ya no está conmigo, he tenido la oportunidad de anotar en todos los juegos y esta vez no será la excepción”.
Ocho clásicos en su paso por la Liga Mayor, donde ha vivido de todo y manda un mensaje a la afición: “Vayan y disfruten el encuentro, es un juego deportivo, creamos en este deporte y no lo manchemos con nada”.
Por su parte, Erik Arzate, capitán de los Pumas 2010, que también está en su quinto año como jugador, ansía que inicie el gran juego.
“Mi corazón late intensamente, es un clásico, adrenalina, nostalgia, coraje, de todo un poco y hay que dejarlo todo en la cancha por la victoria”, expresó.
Como capitán, la responsabilidad es mayor: “Hay que transmitir seguridad y apoyo, a veces no salen bien las cosas y mi papel es echar para adelante al equipo: “Esperamos una gran fiesta y los invitamos a que lo disfruten como lo que es, mucha pasión pero en familia”.
Anhela que no sea la última vez que se mida con las Blancas, “se me pone la piel chinita cada vez que se acerca este juego, no sé si sea mi último clásico, pero siendo el primero o el último, hay que dejarlo todo por nuestros colores”.
Así las cosas, el duelo que levanta pasiones en la comunidad estudiantil, terminará con el invicto de uno de los dos contendientes, con un marco superior a los 45 mil espectadores, que pintarán las tribunas del estadio de CU con el estruendoso huelum y el impactante goya.
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