México, D.F.-
Es una realidad que los Pumas de la UNAM están en terapia intensiva y que les falta oxígeno para sobrevivir en el Clausura 2012. Sin embargo, el mediocampista Efraín Velarde, quien asumió la capitanía en la cancha, también lo hace afuera de ella y confía en sacar los tres puntos este domingo cuando reciban a Tigres.
“Tuvimos un partido muy complicado con América, pero hay que trabajar porque todavía existe esperanza de entrar a la Liguilla, sabemos el compromiso, hay que llegar el domingo relajados ante Tigres”, señaló.
El mediocampista admitió que ante las bajas, sus jóvenes compañeros tienen más responsabilidad en el equipo: “Se complicó todo con ausencias y expulsiones, tenemos que trabajar y dar nuestro máximo esfuerzo para conseguir los resultados. Hemos dejado ir muchos puntos y estamos en un momento complicado pero hay que confiar en que se puede revertir”.
Considera que no es momento aún de renunciar a la Liga, “porque estamos con vida en los dos torneos todavía y como jugadores profesionales tenemos que darle la seriedad debida a los dos, si bien es cierto que ya son semifinales en Concachampions, en la Liga también hay partidos importantes y esperemos que el equipo crezca”.
El primer paso para lograr el milagro será vencer al campeón Tigres, una prueba complicada de salvar: “No preocupa enfrentar a un plantel experimentado, estamos tranquilos. Son tres puntos muy importantes que nos darían confianza para seguir en esa línea y tener la esperanza de calificar. Sabemos lo que significan, pero no podemos ponernos un peso de más”.
Aunque el campeón Tigres sólo ha perdido uno de sus últimos 10 partidos fuera de casa, este domingo pisará una cancha que se le ha complicado a lo largo de la historia. Los felinos del norte han enfrentado a Pumas en 39 ocasiones en CU, período en el que sólo han ganado cuatro juegos. Las derrotas más dolorosas se remontan a los torneos 1992-93 y Apertura 2006, cuando cayó 6-0 y 5-0, respectivamente; la victoria más reciente del equipo que ahora dirige Ricardo Ferretti ocurrió en la jornada cuatro del Apertura 2009, 2-1 con goles de Lucas Lobos.
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