México, D.F. / Febrero 8.-
El fantasma de la huelga camina por los pasillos de los estadios de la NFL.
Después de que representantes de la Liga y de los jugadores, dueños de equipos mantuvieron sus posturas sobre el reparto de ganancias y otros temas no llegaron a un acuerdo en una reunión previa al Super Bowl XLV.
El dilema del comisionado de la NFL, Roger Goodell es, en primera parte, lograr que la temporada suba a 18 partidos, con lo que incrementaría los ingresos de los equipos y permitirá que los sueldos de los jugadores aumenten de manera considerable, pero los profesionales no han emitido opinión al respecto.
Por otro lado, al no haber firma de contrato para esta temporada se eliminó el tope salarial y se esperaba que los equipos incrementaran sus gastos al contratar jugadores que los llevaran a ganar campeonatos, pero no fue así, los jugadores se quedaron esperando ofertas e incluso algunos bajaron sus pretensiones al ver que los dueños decidieron no abrir las chequeras y tratar de automantener un tope impuesto.
“Tenemos la intención de aumentar el número, duración e intensidad de las sesiones de negociación para que podamos llegar a un acuerdo”, publicó la liga en un comunicado.
El actual acuerdo de negociación colectiva expira en la medianoche del 3 de marzo del 2011. La situación se agravó en 2008 cuando los dueños votaron para ejercer una de las primeras cláusulas de exclusión voluntaria, lo que distanció a las dos partes y creó la amenaza de una probable huelga de jugadores.
Sin duda, en caso de que la huelga se consume, dejaría pérdidas multimillonarias tanto para la liga, equipos, jugadores, marcas, representantes y contratos para la próxima temporada.
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