Cuernavaca, Mor.-
El juicio contra 10 policías preventivos acusados de un presunto ataque contra el fiscal morelense y sus escoltas, exhibió inconsistencias en los argumentos de los custodios que sobrevivieron a los disparos realizados por los uniformados, la madrugada del pasado viernes.
En sus declaraciones expuestas a través del agente del Ministerio Público, Gumersindo Sánchez Lagunas, dijeron que nunca vieron las torretas encendidas, tampoco escucharon las sirenas de las patrullas y aseguraron que desde el interior de la camioneta blindada del procurador mostraron sus credenciales para identificarse.
A pesar de ello, acusaron, continuó el acoso policial hasta el fatal desenlace de tres escoltas muertos. La diligencia inició al medio día de ayer jueves, luego se declaró un receso hasta las 16:00 y posteriormente se prolongó hasta las 06:00 horas de este viernes cuando terminaron los alegatos. La juez correspondiente dictó un receso de dos horas e instó a las partes regresar a las 08:00 horas para escuchar si procede o no la vinculación a proceso de los policías imputados de los delitos de homicidio calificado, homicidio en tentativa y abuso de autoridad.
En la audiencia los escoltas ratificaron que los uniformados orquestaron un ataque directo contra el procurador de Justicia y sus compañeros que viajaban en otra camioneta sin blindaje.
La defensora pública Mirta Sagrario Aguirre Gómez combatió los argumentos de la fiscalía y dijo que la proyección de dos videos y un archivo de audio, extraído de sistemas de comunicación oficial, evidencia claramente que las patrullas que realizaban la persecución llevaban las torretas encendidas, así como las sirenas, pero también citó que la identificación de los escoltas no pudo ser vista por los policías preventivos ya que, como lo aseguraron los custodios en sus declaraciones, la camioneta del procurador tiene vidrios polarizados y siempre están arriba.
En la audiencia de Vinculación a proceso la fiscalía admitió que los escoltas dispararon sus armas de cargo pero acusó que los policías modificaron la escena del crimen y movieron los cuerpos de las víctimas, de acuerdo con los resultados de periciales en criminalística de campo.
No obstante, el Ministerio Público no logró acreditar que los policías preventivos hayan iniciado la balacera.
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