Madrid, España.-
Con la crisis, el público español no acude a conciertos y mucho menos pagando; cuando está acostumbrado desde hace muchos años a ir gratis, excepto si son artistas consagrados.
Hace unas semanas un concierto del cantautor Luis Eduardo Aute tuvo que ser cancelado en Altea (Alicante) porque sólo se habían vendido 70 de las 890 localidades puestas a la venta a un precio de 26 euros. Igual que ocurrió con otro de Isabel Pantoja. Su caché es de 70 mil euros por concierto, pero sólo habían logrado recaudarse 60 mil, así que el concierto se canceló. Y recientemente el rockero Bruce Springsteen no logró llenar el aforo de ninguna de las ciudades españolas en las que actuó, pese a que mantuvo el precio de las entradas de hace tres años.
Otro problema que enfrentan los artistas son los numerosas pagos que deben hacer para actuar. Antes de cantar deben abonar 10% a su compañía, 10% al promotor, 10% a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y otro 10% al teatro en el que van a actuar. A lo que deben sumar el pago del 18% del Impuesto del Valor Añadido más gastos de traslado, hotel y salario de los músicos. “Por eso, hoy en día si vas a taquilla y tienes mala suerte, hasta te puede ocurrir que pierdas dinero”, dice Román.
Pero la crisis no sólo ha afectado a los artistas. También se han visto afectadas empresas de producción, de escenarios, de equipos, de iluminación o de montaje, que se han visto obligadas a cerrar por falta de trabajo. ARTE calcula que entre los años 2008 y 2011 ha desaparecido 80% del negocio y los músicos españoles han bajado su caché entre un 30 y un 50%.
También la industria cinematográfica está sufriendo los estragos de la crisis. Cada vez filman menos películas, con presupuestos más pequeños y menos tiempo, entre otras cosas porque la ayuda económica del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a través del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, se ha reducido considerablemente. Y si el año pasado el Fondo de Protección a la Cinematografía contó con 76.8 millones en 2011, este año tendrá sólo 49 millones.
A esto se suma que cada vez hay menos espectadores, ya que como la gente tiene ahora menos dinero que antes, va menos al cine. Según el Observatorio Audiovisual Europeo, en los últimos dos años en las salas españolas se vendieron 20 millones menos de entradas que el año anterior. Es decir, un 7.1% menos en 2011 respecto a 2010.
El productor José Antonio Félez asegura que hoy hacer cine en España “es casi imposible por la falta de inversión pública y porque el plazo de tiempo para recuperar la inversión es muy largo”.
El director de cine Enrique Urbizu, triunfador en la última edición de los Premios Goya con No habrá paz para los malvados, cree que falta un convencimiento de nuestra clase política “de que es imprescindible proteger, ayudar y valorar como un bien político nacional el producto cultural”. Algo en lo que coincide el productor Pedro Pérez, quien además se muestra convencido de que “nadie quiere un periodo negro en el que deje de hacerse cine en España”.
Discussion about this post