Famosos presas de raros trastornos

México, D.F.-
No son papeles que les toque interpretar, ni personajes adaptados a un performance, son algunos de los padecimientos y trastornos con los que estas celebridades de México y el mundo han tenido que enfrentar.
Algunos mantienen su enfermedad con la mayor discreción posible para no atraer la atención en su padecimiento; otros, en cambio, hablan de ello públicamente para ayudar a quienes, como ellos, las padecen.
Dos casos muy sonados en México fueron los de las actrices Sabine Moussier y Thalía.
A Sabine le detectaron el Síndrome de Guillain-Barré, el cual provoca que el sistema inmunológico se ataque a sí mismo dañando parte de los nervios y puede causar hormigueo, debilidad muscular y parálisis.
La alemana tuvo que abandonar la telenovela Mi pecado y aumentó más de 15 kilos. Ya recuperada, se muestra positiva.
“Estoy renaciendo, la salud es el tesoro más valioso que podemos tener y me pienso agarrar a ella”, dice la actriz para quien su recuperación es una segunda oportunidad de vivir.
A Thalía le detectaron la enfermedad de Lyme, un padecimiento infeccioso adquirido por una bacteria transmitida por garrapatas, que se caracteriza por provocar cambios en la piel con síntomas similares a la gripe.
La cantante declaró que a raíz del diagnóstico tuvo que llevar un ritmo de vida más relajado, mantener una actitud positiva y una dieta más sana libre de carbohidratos, azúcar y alcohol.
“Sientes que se te va la vida. Olvídate del dinero, la fama y el éxito. Sin salud no tienes nada. Me sentía muy mal. Se me cayó el pelo. Se me resecó la piel”, dijo.
El actor Ari Telch (Bajo el alma) padece trastorno bipolar, el cual describe como una enfermedad químico cerebral en la que el afectado presenta cambios de humor pasando de la tristeza a la alegría de modo muy marcado.
“Comencé diagnosticado como unipolar, depresivo, con depresiones cortas. Te conviertes en un ser irritable, muy respondón; te quejas de más y no entiendes por qué; tienes ganas de morirte. No encajas en otro sitio que no sea la cama.
“Cuando entras en hipomanía tienes la autoestima inflada, ideas grandiosas, sensaciones de poder, parloteas y un comportamiento sexual extraño. Si normalmente tienes cinco ideas por minuto, cuando estás hipomaníaco tienes 150”, indicó.