México, D.F.-
Además de las incomodidades de pasar día y noche a la intemperie, las fans que acampan en la calle 20 de noviembre desde el viernes han aguantado múltiples insultos de anti believers, pero eso no hará que se muevan, ellas aguardan pacientemente la llegada de Justin Bieber.
En el lapso de escasos tres segundos piensan en volver a casa, pero de inmediato desisten e incrementan su ánimo gritando porras a su ídolo frente a los autos cuando el semáforo está en rojo.
Pese a que el concierto es gratuito, hubo quien tuvo que invertir para ver al canadiense.
A Juan Antonio, de 18 años, le costó 3 mil pesos venir desde Puebla, pero olvidó su IFE, por lo que le han negado hospedaje en los hoteles aledaños; además, perdió su cita para el trámite de visa estadounidense que estaba prevista para estos días.
Karmina, de 14 años, y su mamá, gastarán cerca de 10 mil pesos entre viaje, hospedaje y comida.
Personal de los hoteles más cercanos al Zócalo coinciden en que la presentación de Bieber incrementó la demanda, pero no más que con McCartney. Algunos aún tienen habitaciones disponibles y trabajarán bajo las condiciones habituales, excepto el Gran Hotel, cuya cafetería estará abierta sólo a huéspedes, y los restaurantes serán para eventos privados.
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