México, D.F.-
Hace casi tres décadas en el Puerto del Callao, en Lima, la capital de Perú, la familia Danovaro encabezada por Aldo, su pilar e inquieto creador de nuevos conceptos, decidió poner en marcha un proyecto inspirado por la fama coloquial entre parientes y amigos de que en los fogones de su propio hogar se ejecutaban las más auténticas recetas de la alta cocina peruana, pasadas de generación en generación dentro del seno familiar. Recetas que sólo se recreaban en las celebraciones y grandes ocasiones de fiesta de los Danovaro.
El año de 1984 marcó el arranque de dicho proyecto, que permitió no sólo compartir con sus más allegados la suculenta variedad de platillos de “su casa”, sino a difundirlos comercializarlos al público y a la sociedad limeña en general.
Aires de expansión lo llevaron a abrir en amplio local en pleno corazón del elegante barrio limeño de Miraflores una década después, donde se hizo de una impecable popularidad como “el lugar” favorito de la élite cap y de ahí, la fama brincó y rebasó fronteras hasta Coral Gables, en Miami, en el 2001, colocándose en ambos sitios como restaurantes ‘top’ en materia de especialidades en pescados y mariscos; Desde luego, manteniendo todo el abolengo y tradicional estilo de la cocina peruana transmitida por línea directa familiar desde sus ancestros.
Un concepto de cocina diferente es la clave de su éxito, debido a que mantuvo ese sabor ‘de casa’, aún al desarrollar su estrategia comercial, no dejando pasar por alto el refinamiento o esmero en la elaboración de cada platillo para sacrificar costos. Ese mismo concepto llegó a la ciudad de México hace un par de años y ahora cuenta con dos sucursales, la primera en Santa Fe y recientemente abrió sus puertas en la Avenida Palmas, en las Lomas de Chapultepec.
Y en verdad, este restaurante ha asumido el reto airosamente, ya que está cautivando los paladares capitalinos con su propuesta, interpretada e implementada por el chef ejecutivo Percy Quincho Segura con 15 años de participación en la empresa, quien comparte un pedazo del Perú con las creaciones que han hecho famoso a Francesco. Podemos elogiar algunos platos tan representativos como: el ceviche peruano tradicional de Frasncesco, el risotto negro con camarones, el pulpo a la piedra, el lomo saltado en vino tinto, el atún en costra de ajonjolí y como postre el cheesecake de maracuyá, por ejemplo.
Un buen recorrido por la amplia gama de una cocina tan rica y variada en ingredientes, cocciones, sabores y presentaciones como lo es la auténtica cocina peruana de “altos vuelos”.
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