México, D.F.-
En marzo de 1987, la soprano Olivia Gorra fue invitada a ser coro de algunos conciertos operísticos, en su natal Coatzacoalcos, Veracruz. A veces, si tenía suerte, le permitían hacer algunos solos de obras como “La traviata”.
Este 2012, la cantante festeja 25 años de carrera, que la han convertido en una de las sopranos más importantes en la historia operística de México, con presencia en escenarios tan importantes como el Metropolitan Opera House de Nueva York.
Su instrumento se encuentra, dice, en uno de sus mejores momentos.
Este aniversario lo celebrará con una amplia agenda que inicia el 1 de febrero con el concierto Dulce Amore, en la Parroquia del Purísimo Corazón de María, ubicada en la avenida Gabriel Mancera No. 415, en la colonia del Valle, a beneficio de Hogares Providencia y de la propia parroquia; estará acompañada del gran cantante italiano Alessandro Safina -informes en oliviagorra.com-.
El 6, 9 y 10 de marzo, Olivia Gorra brindará un Concierto Operístico y Misa Tango, de Bacalov, con la Orquesta Sinfónica de Guayaquil, en el Festival Al Bustan, en Beirut.
Ese mismo mes, el 20, 22 y 25 de marzo, cantará La Traviata en el Palacio de Bellas Artes, y en abril próximo realizará una Gala de Ópera en Puebla, junto al tenor Fernando de la Mora.
Entre sus proyectos más importantes está la inauguración en abril próximo del Laboratorio vocal Olivia Gorra -Nicolás San Juan 828, colonia del Valle-, dedicado a dar clases de canto a interesados que tengan “entre ocho y 100 años”.
“Voy a ser maestra y couche de quienes estén interesados en cantar, no importa si es de manera profesional o si es para que les salga muy bien una canción en el karaoke. También quiero dar clase a maestras que se dedican a enseñar a grandes grupos de alumnos porque deseo que aprendan a no lastimar sus instrumentos. El cupo será limitado porque soy una cantante en activo, pero me interesa mucho explotar esta faceta de mi carrera. Soy buena maestra, no ando con rodeos, desde el primer día vamos a cantar; de verdad que me he preparado mucho para ofrecer algo muy bueno”, dice.
Los 25 años, añade, es un buen pretexto para perfilar un rumbo a su carrera que le permita seguir enriqueciéndose como persona.
“Me di cuenta de que en esta carrera no sólo se trata de cantar, porque un artista está hecho de muchos elementos”, explica.
Además, comenta la reconocida soprano, su repertorio actualmente es más lírico, pues “ya no es tan ligero, pienso en papeles como “Madama Butterfly”, “Tosca”, “Aída”, que antes me eran impensables. Creo que las etapas de la vida hay que vivirlas, ahora no pretendo seguir cantando como antes, como cuando tenía 20 años de edad; mi voz ahora tiene una pastosidad más rica en color”.
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