México, D.F.-
Miguel Herrera y Ricardo Peláez tienen cita, la tarde de este lunes, ante la Comisión Disciplinaria de la federación Mexicana de Futbol (FMF). La razón, según el propio estratega azulcrema, obedece a las reuniones periódicas que tienen los clubes con los nazarenos.
La coincidencia, sin embargo, va de la mano con las recientes expulsiones recibidas por el estratega del América y que lo han marginado de la banca recientemente.
El asunto no para ahí. Este lunes las Águilas entrenaron a puerta cerrada y por primera vez ningún jugador dio declaraciones a los medios de comunicación. Esto a raíz de la derrota ante Monarcas Morelia del pasado viernes 3-1.
La cerrazón fue tal que al ex futbolista Carlos Sánchez ni siquiera lo recibieron, luego de que él vino a charlar con la directiva para reactivar el programa de rehabilitación que tiene con la institución capitalina. El personal de seguridad le aseguró que ni Yon de Luisa ni Ricardo Peláez se encontraban y que hiciera cita con sus secretarias. Sin embargo, Peláez comió en el interior del club con Miguel Herrera, por lo que la negativa resulta inexplicable hacía Carlos Sánchez.
Mareados tras el descalabro los americanistas adoptan actitudes extrañas. Por ejemplo, en el transcurso del medio día el doctor Alfonso Díaz salió en compañía del delantero Matías Vuoso y al cabo de un rato ambos regresaron. Al ser abordados, el médico se negó a dar explicaciones acerca de los análisis que le fueron a practicar al jugador.
Poco después, el propio Miguel Herrera aclaró que le van a practicar análisis generales a raíz del problema del malestar intestinal que presentó previo al partido contra los michoacanos y también debido a unas molestias en los gemelos.
Todo el misterio que rodea al equipo coincide de cara al partido contra la Pandilla del Monterrey, que servirá de antesala al clásico nacional contra las Chivas, partidos que tienen prohibido perder.
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