México, D.F. / Marzo 31.-
Una pareja de veganos, estilo de vida vegetariano estricto, es juzgada en Amiens, Francia, acusada por provocar la muerte de su hija Louise, de 11 meses. El deceso se adjudica a la dieta estricta que le daban, basada en leche materna, sin ningún tipo de ingesta proveniente de animales y sus derivados, tales como leche y huevo.
De acuerdo con información del El País, Louise, Sergine y Joel Le Moaligou, preocupados por su hija, quien presentaba piel pálida y delgadez, avisaron a los servicios de emergencia. Los servicios de salud confirmaron la muerte de la bebé de 11 meses, que pesaba menos de 6 kilos, y cuando lo mínimo que pesan los bebés en esa etapa son 8 kilos.
Después de la autopsia, el cadáver reveló que carecía de vitamina A y B12. La falta de tales nutrientes, afirman los expertos, aumenta la posibilidad de enfermedades infecciosas. “Esa falta de vitamina B12 podría estar relacionada con la dieta de la madre”, dijo Anne-Laure Sandretto, vicefiscal de Amiens.
Stéphane Daquo, abogada de Sergine, explicó que ella de 40 años y su pareja adoptaron el régimen alimenticio vegano estricto “tras ver un programa de televisión sobre el sacrificio del ganado en los mataderos”, y esto llevó a la administración de un negocio vegano que fracasó. La pareja vegana tiene también una hija de 13 años, la cual no ha sufrido deficiencias alimenticias, a simple vista.
Además, la pareja utilizaba remedios tradicionales para cualquier enfermedad de la bebé, preferían curarla con sus propios remedios que sacaban de lecturas. “Tras un examen médico cuando Louise tenía 9 meses, los padres decidieron no seguir el consejo del médico que les recomendó hospitalizar al bebé ante la bronquitis que padecía y la pérdida de peso.
Prefirieron remedios a base de cataplasmas de alcanfor, col o mostaza; además de lavar a la niña con arcilla y tierra, en lugar de bañarla con los productos y las formas estipulados; todo ello, extraído de lo que leían en los libros. Ciertamente, leyeron lo menos indicado en el peor momento” afirmó Daquo.
Patrick Quenel, abogada del padre, afirmó que Sergine y Joel Le Moaligou son “plenamente conscientes del error que cometieron”. Están acusados de “abandono o privación de comida seguido de muerte” y se enfrentan a una pena de 30 años de cárcel.