México, D.F.-
Como un innovador, gran artista, amigo generoso, gran abuelo y gran padre y hasta caballero fue recordado en homenaje póstumo el arquitecto mexicano Ricardo Legorreta, cuyos restos serán trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres.
“Ricardo Legorreta, si así lo dispone la familia, descansará en la Rotonda de los Hombres Ilustres (sic), con toda justicia”, anunció Consuelo Sáizar, presidenta del Conaculta, en el homenaje realizado en la sala Manuel M. Ponce de Bellas Artes.
El creador mexicano, fallecido el pasado 30 de diciembre, a los 80 años de edad, víctima de cáncer de hígado, fue recordado por familiares, amigos y arquitectos en dicho evento, que Sáizar dedicó a ese “artista excepcional que colaboró para hacer de nuestro país una potencia mundial cultural que nos enorgullece”.
“A todos los que trabajamos con él, que somos su familia, que disfrutamos sus obras, nos dejó una huella imborrable. Estos últimos días, cada que entro al despacho y veo los espacios que él hizo, siento como que recibo una carga de adrenalina, lo siento presente en todos nosotros y en todos esos recuerdos maravillosos que nos dejó. No podemos seguir pensando en la vida sino como él la veía: con color, alegría, luz, pasión, dedicación y amor”, dijo Víctor Legorreta, hijo del arquitecto, quien añadió estar muy honrado en aceptar que los restos de su padre sean trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres.
Al evento acudieron también Teresa Vicencio, titular del INBA; los arquitectos Francisco Serrano, Felipe Leal, Arturo Aispuro y el ex titular del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa.
El autor del Hotel Camino Real de Polanco -en colaboración con Luis Barragán-, el Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe, el Papalote Museo del Niño, el Museo de Arte Contemporáneo Marco de Monterrey, y el Conjunto y la Plaza Juárez fue recordado por su capacidad en la industria por sus logros como artista, pero sobre todo como un gran amigo.
“Lo recuerdo por su decencia, generosidad y caballerosidad. Él sabía hacer de la amistad otra obra de arte, fue un cultivador de amistades, no sólo de espacios”, dijo Tovar y de Teresa.
Por su parte, su amigo y colega Francisco Serrano recordó entre risas diversas anécdotas y momentos de confidencia entre ambos y también con sus familias.
“Debemos estar agradecidos con él, su familia, sus amigos, colegas y todos los que compartimos momentos extraordinarios con él”, dijo el arquitecto Serrano.
Ganador del Premio Nacional de las Artes en 1991, Legorreta también fue recordado como un embajador de la arquitectura mexicana en los distintos continentes.
“Ricardo fue un hombre sencillo, antepuso la belleza ante todo, vinculó a sus espacios múltiples conceptos, ambientes y colores para dotarlos de felicidad y belleza”, comentó Felipe Leal, actual titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Distrito Federal, durante su participación.
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