Llegó la hora de hacer un alto para Gerardo Torrado

México, D.F. / Octubre 19.-
Lo dijo Enrique Meza, técnico del Cruz Azul. “Gerardo es un gran atleta, un hombre que quiere estar en todos los partidos. Quizá deba tomar las cosas con más calma”. Lo dijo Daniel Ipata, preparador físico de los cementeros. “Gerardo es un toro, un hombre que quiere jugar todo. Por eso es líder de Cruz Azul. Quizá deba desacelerar un poco”.
Y Gerardo Torrado lo acepta. “Siempre he sido un tipo terco. Quiero jugar todos los encuentros, ayudar a mi equipo… pero obviamente, tantos partidos te cobran factura. Los golpes y demás, pesan… Quizá es momento de parar”.
Hay un momento en que el cuerpo dice basta, a pesar de que la mente y el corazón quieren seguir adelante.
Para Torrado, quizá, la hora llegó. Una tendinosis de isquiotibiales, que no es otra cosa que fuertes dolores en la parte de atrás del muslo izquierdo, hacen poner en duda su participación lo que resta del torneo.
“Durante toda mi carrera he sido muy terco”, dice el tres veces mundialista. “Lo que más me gusta, lo que es mi pasión, es el futbol, es el estar en la cancha, en los más partidos que sea; sí, es verdad, quiero jugar todos y ser competitivo”.
En la cancha, Gerardo se siente como pez en el agua; así ha sido los 14 años que tiene de carrera, “pero también esos años y esa experiencia te van diciendo cómo reacciona tu cuerpo y te dicen que si no paras, una lesión se puede agravar”.
Sin más, lo acepta: “Sí, quizá es tiempo de parar” y, de esta manera, tener más longevidad en su ya larca trayectoria por las canchas de México.
Esta lesión “me permitiría seguir jugando, pero quizá es el momento de pensar con más calma, una buena rehabilitación, al ciento por ciento, será mucho mejor que seguir en la cancha con males”.
Lo más importante al final de cuentas es “el equipo, Cruz Azul, y seguir luchando por lo que todos queremos, el título. Sí, quizá es tiempo, es momento de parar”.
Se nota que le duele, que no quiere dejar a su Cruz Azul, con el que ha jugado más de 200 partidos desde 2005, cuando llegó al club cementero. “Le tengo mucho cariño a la institución, me he identificado con los colores. Hasta he pensado en retirarme como futbolista aquí.
Sí, porque levantar la Copa como capitán cementero es de lo poco que le falta en su carrera. “Me falta el título aquí y lo busco todos los días. Estoy seguro que cuando caiga el primero, vendrán muchos más”.