Lo que no se vió del Super Bowl

México, D.F. / Febrero 8.-
A pesar de que el Super Bowl es uno de los eventos televisivos más vistos, hubo “algo” que simplemente no recibió el aval para transmitirse durante el partido y esto fue el anuncio muy, pero de muy alto contenido erótico al que incluso le llaman “pornoverdulero”.
Cada año en el evento deportivo de futbol americano, Peta, la asociación en defensa de los animales, saca a la luz el anuncio que debe ser emitido, y que al final es censurado. Y el spot de 2011 tampoco fue la excepción.
La organización recurrió al sexo por enésimo año consecutivo para su anuncio que nunca se emitirá en la final del Super Bowl.
El sitio web del periódico italiano “La Repubblica” publica parte del material en el que berenjenas, apio, alcachofas, zanahorias e incluso bananas son usadas por modelos para promover el estilo de vida vegetariano en ese país.
La organización PETA invita en su nueva campaña a comer fruta y verdura y dejar la carne, bajo la premisa de que “es una alimentación que les ayuda a hacer mejor el amor”.
El material publicado, que forma parte de un casting para la campaña, presenta a varias mujeres en bikini que consumen vegetales de manera provocativa.
Peta fue plenamente consciente de que la cadena que emite la final no aceptaría su anuncio, de alto contenido erótico, pero aprovechó esta circunstancia (el veto de la televisora) para extenderlo como la pólvora a través de otras vías. Una operación de marketing que funciona a la perfección año tras año.
En este 2011, Peta no tuvo que contratar a nuevas actrices para el anuncio. Ha aprovechado el del año pasado, titulado “Veggie Love” por el extraño romance entre las verduras y algunas mujeres en bikini, y con las escenas descartadas ha creado el nuevo, titulado Casting Sessions porque recuerda a las pruebas que realizan las actrices para entrar en el mundo del porno casero.
De esta manera el anuncio es catalogado irónicamente por algunas personas como un comercial pornoverdulero, aunque al final, simplemente es un homenaje —nada del otro mundo— a las producciones eróticas un tanto chuscas nacidas por y para internet.