México, D.F. / Mayo 10.-
Madre no sólo hay una. En las telenovelas, poco a poco, ha aparecido una dualidad en el estereotipo de la madre. Sigue existiendo la abnegada que todo lo da por su hijo, pero cada vez es más frecuente encontrar personajes que maltratan a sus hijos, los olvidan o incluso los manipulan.
Álvaro Cueva, crítico de televisión, señala que el modelo se ha salido del esquema: “Ahora tenemos una dualidad fantástica, tenemos a la mamá buena, abnegada, sufrida, que llora y llora; pero tenemos a la mamá perversa, controladora, la que no quiere soltar su hijo hombre, y esto por supuesto nos ha regalado muchas buenísimas villanas”.
Diana Bracho, una de las actrices que actualmente interpreta a una madre cuya prioridad no es su hijo, explica: “No se trata de hacer villanas sino de retratar la realidad. Conozco a madres con las características de los personajes de telenovela y puedo decir que no son malas, sino que responden a una necesidad, a una realidad del país”.
Lo cierto es que la televisión y el cine se alejan cada vez más de la imagen bondadosa, un modelo que Cueva explica así: “Para ser madre hay que parir, y para parir se sufre mucho. Siempre hay salidas, pero lo que predomina es el modelo de los años 50”.
Está claro pues que no todas las mamás de la televisión y el cine son pura ternura y amor, hablemos de las madres que impactan: “las gandallas”.
Eleonor Cortázar: Interpretada por Sabine Moussier, quien la define así: “Es una mamá ‘locochona’ que le encantan los ‘chavitos’”. Irónicamente, este personaje le hizo cambiar su propia perspectiva como madre: “Cada vez es mayor el deseo de estar bien para cuidar y proteger a mis hijos”.
Morelia: Egoísta, clasista y racista. Así define Diana Bracho a esta madre cuya vida está dedicada al glamur sin hacer mucho caso a su hija Alicia. “Hay muchas madres de la vida real con este modelo. Las he visto y hasta he convivido con ellas”, dice la actriz.
Bernarda: Daniela Romo lleva dos mamás villanas consecutivas: Juana Arellano en Alborada y ahora, Bernarda, en El triunfo del amor. La actriz cuenta que estas madres han sido impopulares entre el público, pues reflejan una maldad que muchas veces está latente en la realidad. “No soy madre pero estoy segura que el amor de la madre es lo único que mejorará la vida de los niños”.
Nina: Nailea Norvind interpreta a una mujer que se la pasaba todo el día en las drogas, descuidando a su hijo, en La otra familia. Lo peor es que el personaje está basado en el caso real de una joven que no solamente tiene un hijo, sino que además ha recaído. “Esta madre que ha perdido el control por consumir drogas y ha tenido cuatro hijos, existe. Platiqué con ella y fui a lugares de gente con problemas de drogas”, cuenta Norvind.
Renata: Trepadora, ambiciosa y dominante. Estas son las características que la actriz Margarita Gralia concede a este personaje, madre de dos hijos cuya única ambición es heredar la fortuna de su cuñado.
Doña Bárbara: Una de las madres más despiadadas de los últimos tiempos ha sido representada por Edith González. Este personaje engendra un odio provocado por la violación que sufrió en su juventud, y luego se vuelve una mujer interesada que despoja de su dinero a un hombre, de quien resulta embarazada y da a luz a Marisela.
Pero Doña Bárbara rechaza a esta hija y la abandona a la suerte de su padre quien se ha convertido en un alcohólico. Con el tiempo, madre e hija se convertirán en rivales de amor, siendo Bárbara capaz de enfrentarse a su hija, llegando inclusive a amenazar con matarla.
-Villanas de colección
VIOLENTA. En 1985, Felipe Cazals filmó “Los motivos Luz”, basado en el caso real de una mujer acusada de asesinar a sus cuatro hijos, aunque ella no se acordaba de nada. Patricia Reyes Spíndola fue la encargada del personaje por el que ganó un Ariel.
MAQUIAVÉLICA. Cómo olvidar a Catalina Creel, esa mamá que hacía todo lo posible porque su primogénito no tuviera autoestima, además de dirigir a toda su familia hacia la avaricia y destrucción. Es considerada un personaje emblemático de las villanas de telenovela.
DE TERROR. El mito de La Llorona fue retomado en “Kilómetro 31”, de Rigoberto Castañeda, quien la ubicó por el rumbo de Río Churubusco. Benjamín Williams también la mostró en “Jok’el”, donde Diana Bracho encarnaba a la mujer que sufre por sus hijos.
LA RECLUSA. Una mamá que somete a su hija a abusos psicológicos, y físicos, y que además se pasa todo el día viendo televisión, sin importarle los problemas de su familia. Así es la madre de “Precious”, cinta que fue ganadora en los Globos de Oro y el Oscar.