México, D.F.-
Ellas han demostrado que el ser mujer no significa ser débil y que el éxito es para aquellas que se atreven. No les dio miedo romper esquemas y siguen conquistando espacios, que hasta hace poco eran dominados por los caballeros.
Al parecer ese carácter les viene desde la cuna, como a Rebecca de Alba y Susana Dosamantes, ambas aseguran que sus madres y abuelas les enseñaron a ser independientes para que no conocieran limites.
“Yo tenía 6 años de edad y mi abuela trabajaba y aparte era ama de casa, entonces para mí no ha sido tan sorpresivo el que de repente ahora en el mundo lo natural es que la mujer quiera superarse”, comentó Rebecca.
Pero la señora Dosamantes cree que esto es posible también con determinación, “yo soy una mujer de lucha, de trabajo, mi hija (Paulina Rubio) también, así nos educaron, así era mi madre y mi abuela. Creo que todas podemos, bonitas, gordas, flacas, simplemente hay que quererlo y hacerlo”.
La tarea de ganarse el respeto, la equidad y la libertad de decidir en diversos ámbitos no ha sido tarea fácil, como lo explica la cantante Julieta Venegas: “En México todavía existe mucho machismo e ignorancia con respecto a la mujer y el papel que puede tomar en la sociedad, entonces hay mucha violencia hacia nosotras”.
Sobre esto la productora Tina Galindo pone el dedo en la llaga, “a lo largo de los años hemos sido discriminadas eso es un hecho; se pensaba que las mujeres somos para estar en la casa y hacer labores del hogar, y ni siquiera te pagan”, por lo cual celebra que eso se esté terminando, aunque no a la velocidad que quisiera.
Quien ha vivido es transición de ser un ser pasivo a agente de cambio, es la primera actriz María Victoria, quien coincide con Galindo sobre la educación que recibía la mujer, “uno no se divorciaba porque qué hacía, no podían hacer otra cosa más que lo que enseñaban en la familia y ahora la mujer se ha abierto el camino, ha demostrado mucho valor”.
Por lo que la actriz y senadora María Rojo, considera que el conservar el terreno ganado es una lucha constante, no exenta de enseñanza, “eso es un aprendizaje diario, el descubrir cómo ganar los espacios como mujeres” explicó.
Pero esta batalla no sólo se sigue librando en Latinoamérica, sino en el mundo entero, “sí hay que celebrar (este 8 de marzo) el hecho de ser mujer y el de este empoderamiento, pero sin olvidar que todavía queda mucho trabajo por hacer”, explicó la cineasta británica Clio Barnard, quien plasmó la vida de dos mujeres en un mundo marginal en su film “The Arbor”.
Entre vida personal y la profesión
“No equilibro nada, soy un fracaso, se me olvidan los lentes, las llaves, dejarle a la muchacha para la comida, en ese aspecto soy un desastre no es más que la verdad”, dice sonriente María Rojo, quien aclaró que es todo lo contrario en su labor como legisladora, ahí la responsabilidad la define.
Pero todo triunfo tiene sus costos y ella lo sabe, “tienes que hacer sacrificios cuando estás en esto (la política), yo no trabajo igual, no hago las películas ni telenovelas que hacía”.
Esto no es exclusivo del mundo legislativo, según opina la cantante Dulce “en todas las profesiones se tiene que sacrificar algo siempre, en algún momento he tenido que elegir y renunciar a lo familiar en parte para poder trabajar”.
Es que no todas pueden o quieren llegar a cubrir las áreas que componen su día a día, o lo se que espera tradicionalmente de ellas.
“Yo no he vivido el rol tradicional de la mujer, no me case a los 18 o 21 años como supuestamente me tendría que haber casado; no tuve hijos a mis veintes, como tendría que haber sido; me fui fuera de México a estudiar, quise aprender otros idiomas y me la he pasado viajando”, compartió Rebecca de Alba, decisión que dice no lamentar por que se siente realizada.
Sin embargo Julieta Venegas tiene otra perspectiva de esta nueva condición, “las mujeres hemos cambiado mucho, a veces a la sociedad en que vivimos le cuesta aceptar las personas que somos, que nos gusta trabajar, salir adelante, tener hijos, que abarcamos cada día más, no es como que quitamos unas cosas por otras”.
Algo en lo que coincide Susana Dosamantes, quien recuerda que cuando sus hijos eran pequeños tenía que realizar muchos esfuerzos para tener tiempo con ellos, sin descuidar su carrera, y lo logró, aunque “eran otras épocas, no había tanto rollo”, explicó.
Pero los hombres no están fuera del panorama de la mujer actual, al contrario, más que nunca encuentran en él un compañero y colaborador, “tengo un socio que es Claudio Carrera y nos llevamos muy bien, he encontrado en él un apoyo muy grande, es un hombre joven que dice que ha aprendido mucho conmigo, eso me da mucho gusto escucharlo”, dijo Tina Galindo.
Dulce, en lo sentimental, ha ido contracorriente al permanecer soltera, porque dice “ya me acostumbré a mi libertad, y la libertad tiene un precio”. Considera que la felicidad no depende de tener un hombre, “no siento que sea algo que necesite, porque la felicidad no tiene que estar basada en eso. La pareja es un complemento”.
Sin embargo los derechos obtenidos no sirven si no se es coherente con ellos, “porque de qué sirve que sea el Día de la Mujer, si no te portas o no ayudas como debes hacerlo”, opinó María Victoria.
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