Morelia, Mich. / Octubre 20.-
Porque casi todo el tiempo está presente una cabeza humana, desprendida del cuerpo, el proyecto cinematográfico “Fecha de caducidad”, de Kenya Márquez, era visto con malos ojos entre posibles inversionistas.
La película, una comedia de humor negro, gira en torno a una madre (Ana Ofelia Murguía) que busca con desesperación a su hijo, del que no tiene noticias y lo identifica por un dedo del pie, cortado.
“Nosotros no sabíamos que nos estábamos adelantando a lo que pasa actualmente (ambiente de violencia), es un proyecto que nació hace once años.
“Tuve muchos detractores sobre todo porque no es una historia lineal, y entre una cabeza que rodaba todo el tiempo, la situación podía estar por ahí”, recordó Márquez.
La ex directora de lo que era la Muestra Internacional de Cine de Guadalajara, hoy festival, decidió continuar en el proyecto llevando en los protagónicos a Damián Alcázar (La ley de Herodes) y Marisol Centeno (Una cierta mirada), esta última en el papel de una joven que huye de su pasado.
“Fecha de caducidad”forma parte de la sección oficial del certamen del séptimo arte que se desarrolla en esta ciudad.
“Para mí era imprescindible contar una historia de amor de tres personajes y que también estuvieran dentro de todo este juego. De cómo uno juzga la apariencia de una persona pensando que se puede llegar a ser un asesino y cómo la sociedad le da esos mismo valores, permanentemente a lo que ve”, destacó.
En la cinta participan también Eduardo España (Asesino en serio) y Jorge Zárate (Un mundo raro).
Parte de las locaciones fueron en la escuela de medicina de la Universidad de Guadalajara, donde se usaron las gavetas y las camillas para representar algunas de las secuencias.
“¡Quería que fuera lo más real posible y que el equipo se divirtiera!”, exclamó bromista la realizadora.
La toman en cuenta
Ana Ofelia Murguía, de 77 años, subrayó que actualmente a las actrices de cierta edad no se les toma en cuenta para personajes importantes.
“Sobre todo a las actrices viejas porque el machismo en nuestra sociedad es galopante y entonces casi nunca hay papeles importantes o más grandes para una vieja y ya no solo hablo de vieja de mi edad, sino de actrices más jóvenes, maduras, que sufren no sólo aquí, sino también en España, en Francia, he leído entrevistas y se quejan de ello”, apuntó
Y añadió la actriz de El apando y Los motivos de Luz:
“Ya las viejas somos la suegra, la vieja, la bruja, la vecina, todas son como de relleno, no se inspiran (los escritores y directores) en papeles femeninos para nosotras”, expresó.
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