México, D.F.-
Centenar y medio de niños mayas de entre 5 y 14 años de edad, son capacitados por historiadores y arqueólogos del INAH, a fin de que puedan fungir como guías del público que acude a la Zona Arqueológica de Dzibilnocac y al Fuerte de San José el Alto, ambos en Campeche.
Se trata del programa “Niños Guías”, impulsado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que se ideó hace tres años y se aplicó por primera vez en el sitio prehispánico de Becán; ahora se amplía a estos otros dos sitios históricos, donde los pequeños hablan de temas sobre el comercio marítimo y la piratería y leyendas de la época prehispánica.
A través de esta iniciativa, que ha logrado un mayor acercamiento de los infantes con su patrimonio cultural, se busca a su vez concienciar a las comunidades cercanas a sitios históricos, para que a partir de éstas se dé la promoción, protección y conservación de dichos lugares de alto valor cultural, ambiental e histórico.
“Una vez terminadas sus clases de capacitación (que no interfiere en sus actividades escolares) los niños tendrán los elementos necesarios para explicar la historiografía maya del sitio arqueológico y virreinal del Fuerte de San José el Alto; se prevé que para finales de este año los infantes comiencen a dar recorridos guiados”, dijo la historiadora del INAH en Campeche, Berenice Ramírez.
“Luego del éxito en la zona arqueológica maya de Becán, en la que más de 20 niños atendieron al 50 por ciento de turistas que la visitaron entre semana, y al 80% en fines de semana durante 2010 y 2011, dando un total de 14 mil visitantes, ahora el proyecto se extiende a Dzibilnocac y el Fuerte San José el Alto”, agregó Ramírez, responsable de este programa que se ejecuta a través del área de Comunicación Educativa de la delegación del INAH en Campeche.
“El objetivo —apuntó— está enfocado a promover la actividad turística nacional e internacional en ambos espacios, pero sobre todo en fomentar en los niños y niñas el respeto, cariño e interés por el patrimonio cultural que resguardan y del cual son herederos”.
La idea del fomento turístico cultural de Campeche, surgió a partir de la exhibición “Mayas. Reyes de la Selva Tropical” que se presentó en 2008 en museos de las ciudades de Hildesheim y Rosenheim, en Alemania. Los patrocinadores y la curadora germana de dicha exposición, la doctora Inés de Castro, en retribución por el préstamo de piezas de museos del sur de Campeche, decidieron beneficiar a la población infantil.
Los temas relativos a la historia colonial, características de la fortaleza y arquitectura militar, fueron explicados a 30 niños de quinto y sexto grado de primaria, durante su primera etapa de capacitación como guías, impartida recientemente por especialistas del Centro INAH-Campeche, en la Escuela “Lázaro Cárdenas del Río”.
Durante la enseñaza, los niños fueron instruidos en el acervo que resguarda el Fuerte de San José el Alto, como espadas, sables, cañones y productos de intercambio (cera, mantas, pieles de animales, porcelana y botellas de vidrio), así como sobre el arte pictórico virreinal que tiene la pinacoteca, donde destaca el cuadro de San Ignacio de Loyola, hecho en el siglo XVIII probablemente por Cristóbal de Villalpando.
A su vez, en la Escuela “Héctor Pérez Martínez”, otros 120 niños mayas de entre 5 y12 años de edad, también recibieron su primera instrucción, sobre la historia de la Zona Arqueológica de Dzibilnocac, la flora y la fauna del lugar, y leyendas mayas y cantos prehispánicos que posteriormente los infantes expondrán a los visitantes.
Este sitio prehispánico, abierto al público aproximadamente hace 20 años, se conforma por tres torres (cada una con alrededor de 10 cuartos) circundadas por una plataforma y habitaciones periféricas de filiación maya, que fueron descubiertas a finales del siglo XIX por el viajero norteamericano John L. Stephens. Su ocupación se desarrolló de 500 a.C. a 1000 d.C. Su nombre (Dzibilnocac) significa bóveda pintada, en alusión a la serie de pinturas que tienen algunos de los cuartos.
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