México, D.F.-
El escritor holandés Cees Nooteboom y el poeta argentino Juan Gelman decidieron dar un panorama de su obra y así leyeron poemas de sus diversas etapas creativas. El repaso por su trabajo incluyó poemas en los que hablan de los hijos perdidos, del dolor del padre huérfano y del amor.
Cees Nooteboom, el narrador, traductor, poeta y viajero, quien habla perfectamente español por sus largas estancias en Menorca, España, donde pasa todos los veranos, decidió leer su poesía y un fragmento de su prosa en español durante su participación en el Festival Internacional de Poesía y Prosa, que se realiza en México desde el pasado lunes 23, en La Ciudadela.
El autor de más de 30 libros, 10 de ellos novelas -casi todas traducidas al español por Siruela- quiso que su primera lectura que hace de su obra en México arrancará con dos poema que quiso leer primero en alemán -su idioma secreto- y luego en español.
Esos dos primeros poemas de su libro “Luz por todas partes”, los escribió y se los dedicó a su hijo Claus, también poeta, que murió hace dos o tres años, víctima del Alzheimer. Antes de comenzar a leer ante un auditorio interesado en la velada literaria, Nooteboom dijo: “Era un gran poeta europeo, pero no pudo más con el alzheimer y decidió morir”.
Así leyó “Atardecer” y “Figura”, los poemas que hablan de oscuridad, dolor, flores rojas que se apagan igual que la vida. Siempre simpático, con una sonrisa a flor de piel y explicando de qué libro era el poema o el fragmento de prosa, Cees Nooteboom leyó “Noche”, “Desterrado” y dos pequeñas partes de su libro Autorretrato de otro; así como la primera carta del libro que acaba de escribir: Cartas a Poseidón, que contiene 76 misivas al Dios del mar, “al que yo le escribo y no me responde”.
Gelman optó también por el repaso de varios momentos de su poesía, incluyó los poemas que le gusta leer en público, como “Cerezas”, donde habla de su madre o “Llueve” y “Carta”; pero también algunos en los que habla de su hijo Marcelo, de su nieta Macarena, a la que recuperó 23 años después de que sus padres fueron secuestrados, torturados y luego asesinados.
Cita con la prosa
No sólo la poesía estuvo presente en la segunda velada literaria del Festival que concluye este viernes por la noche, también la narrativa tuvo un espacio especial, incluso mayor, pues el escritor australiano DBC Pierre y los escritores mexicanos Ana Clavel y Héctor Manjarrez dieron una muestra de su obra.
DBC Pierre, el escritor australiano que vivió en México hasta los 23 años de edad y que en su primer libro, Vernos Dios little, con el que sorprendió a la crítica al ganar varios premios y ser publicado en 45 países, leyó un pasaje en español donde relata como su protagonista, un indocumentado que viaja de Estados Unidos a México, cruza la frontera de ambos países por Reynosa.
Si Héctor Manjarrez leyó un fragmento de su novela La maldita pintura publicada en 2004 por Ediciones Era, la que concluye con la frase: “Si tú me enseñas a vivir, yo te enseñaré a soñar”, Ana Clavel decidió compartir un texto inédito, el comienzo de su nueva novela, “Las ninfas a veces sonríen”, que podría salir a finales del año.
Así concluyó la noche, en la que una parte del auditorio se puso de pie al término de la lectura de Cees Noteboom para agradecerle su español, “este idioma nuestro que no es tan secreto”.
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