Nunca dejo que la emoción ofusque mis expectativas: Chacón Cruz

México, D.F.-
La carrera del tenor Arturo Chacón Cruz ha sido ascendente desde hace unos años, pero el pasado 17 de enero tuvo un éxito que muy pocos mexicanos han podido conseguir: debutar en la Scala de Milán, catedral de la ópera en el mundo.
La hazaña la repitió el 21 de enero y su última presentación en “Los cuentos de Hoffmann”, de Jacques Offenbach, será el próximo 3 de febrero, con la que hará historia del teatro porque por primera vez dos mexicanos alternaron el protagónico: el joven cantante nacido en Sonora y el experimentado Ramón Vargas.
En las últimas semanas ha vivido un gran revuelo causado por el éxito de sus funciones, la gente lo reconoce en la calle, familia y amigos lo acompañan en Milán y sus colegas han reconocido su desempeño.
En entrevista vía correo electrónico desde Milán, el joven mexicano habla sobre su debut y su próxima presentación en el Palacio de Bellas Artes.
El sueño finalmente está cumplido. ¿Cómo te sentiste?
Muy satisfecho, feliz al estar en el escenario, ¡extrañamente no me sentí nervioso! Ahora que ya ha pasado el debut tan importante, estoy contento y agradecido con todos mis amigos, familiares y público que estuvieron al tanto de todo.
¿Qué te pareció la respuesta del público?
Francamente me sorprendió su calidez, pensé que el público de Milán sería frío y ausente, pero fue muy generoso y acogedor.
¿Qué ha dicho la prensa italiana, la crítica?
Me han platicado que la critica fue buena y a la producción les agradó mucho. En la calle me han felicitado mucho, la gente me reconoce y me aborda.
¿Qué comentarios recibiste de Ramón Vargas, de tus colegas?
Ramón me animó mucho, de hecho pudimos platicar entre cada acto y en los intermedios; me dio gusto que él estuviera ahí. También me hizo feliz de tener a mi esposa, a mis padres y a mi agente Bruce Zemsky en el público. El apoyo de mis seres queridos fue crucial.
¿Cómo fue trabajar con Robert Carsen (director de escena)?
Es un genio de la dirección. Sus obras son en su mayoría controversiales y atractivas para el publico. Me dio muchísimas ideas para mi personaje que me hicieron adentrarme mejor en Hoffmann y en la historia. De verdad, fue un honor trabajar con él.
¿Fue como te lo imaginaste?
Algo así. Tal vez fue mejor de lo que pensé porque como no quería crearme falsas expectativas, me esperaba una reacción no tan calurosa del público y de la dirección artística. Estoy feliz de haberme equivocado.
Aún queda una fecha, ¿cómo te gustaría que fuera?
Me concentraré en mantenerme en forma y en buscar nuevos colores y matices para mi personaje. Cada función se disfruta mucho, así que ahora que la presión es menos, puedo disfrutar más de el espectáculo.
Estás confirmado en La traviata en el Palacio de Bellas Artes. ¿Cuáles son tus expectativas?
Estoy muy ansioso por regresar a México y al Palacio de Bellas Artes. Por razones de la remodelación del 2009-2010, mi última actuación fue en el 2008. Ahora, 4 años después, pisaré el escenario histórico de México al que le tengo tanto respeto y cariño. La invitación fue a través de la dirección de la Compañía Nacional de Ópera con quienes mantengo una comunicación constante, tratamos de acomodar la programación con mis fechas disponibles. Me dio gusto estar libre para cantar las dos primeras funciones de La Traviata, una ópera que me encanta y que recientemente pude cantar bajo la batuta del legendario maestro Lorin Maazel.
En medio de la adrenalina y de la felicidad, ¿hay espacio para la reflexión sobre lo que quieres para tu carrera?
Claro, nunca dejo que la emoción y la adrenalina ofusquen mi visión y mis expectativas. Sigo queriendo para mi carrera longevidad, salud y sobre todo, que siga siendo mi pasión.
Cantantes coinciden en que es triste no ser reconocidos en su país. ¿Qué dices?
Si ya sabes que el agua moja, no puedes decepcionarte de quedar empapado después de meterte a la alberca. Es algo que ya sabemos, poco a poco México ha demostrado estar más receptivo. En mi caso, en Sonora, gracias a los medios de comunicación de allá, me han expuesto mucho a la gente sonorense. En la capital no se sabe tanto de mí, pensaba que se debía a que no nací allá pero ahora me doy cuenta de que mis colegas que sí son defeños tampoco son muy conocidos. Sería maravilloso ser reconocido, no por el reconocimiento mismo, sino por las ganas de enriquecer al país. No quiero ser petulante, pero creo que nuestro trabajo de verdad puede enriquecer al país si escucharan el talento que existe, ni siquiera espero que me escuchen a mí, sino que se den la oportunidad de conocer la voz de gente como Ramón o de cualquiera de mis colegas, yo les puedo garantizar que van a enriquecer sus vidas.
¿Cómo ha sido para ti la vida familiar y estar lejos del país?
No he dejado que esta vida de viajes y de exigencias comprometan mi vida familiar. Estoy casado desde el 2004, estoy con mi esposa desde el 2002, tenemos un hijo que nació hace seis meses. Mi vida familiar es lo que ha me ha mantenido cuerdo en este mundo tan loco que exige viajar constantemente y estar bajo la presión de públicos muy exigentes y de críticos y de directores, de todo este mundo. Veo a mi familia como mi refugio, al igual que a mis padres, pero mi esposa y mi hijo son un bálsamo para mi corazón y mi alma, son los que me tienen siempre con los pies en la tierra.