México, D.F. / Octubre 15.-
Ellos son los creadores de un rock rabioso, no apto para virtuosos. Gracias a los Pixies el rock and roll se convirtió en algo más que un verso, un coro o un solo.
De 1986 al 1992, el verdadero periodo de la banda originaria de Boston (Massachusetts) y tras su disolución, Pixies gozaba de una popularidad sin precedentes. El grupo combinó involuntariamente el punk, pop clásico, el hard rock y el surf con un sonido fresco y único. Agregó letras fragmentadas sobre el universo, la religión, el sexo, la mutilación y la cultura pop, que la convirtieron rápidamente en una de las agrupaciones que sentaron las bases para la explosión alternativa de principios de la década de los 90.
Durante el inicio de la banda y cuando lanzó su primer disco de estudio Surfer Rosa (1988), después del EP Come on Pilgrim (1987), se creía que la agrupación era europea, aunque muchos otros siempre pensaron que era originaria de Boston. De ahí que Pixies fue más popular en Gran Bretaña y Europa que en Estados Unidos.
Pixies nunca contó con el apoyo de MTV, en primer lugar porque la banda se negaba a actuar en sus videoclips, prueba de ello es la sátira del playback que hizo en el video de su éxito “Here comes your man”, cuando intencionalmente, sus integrantes abrían demasiado la boca sin coincidir con la letra de la canción. Tampoco estaciones de radio quisieron incluir sus sencillos, la popularidad llegó tras su disolución.
Antes de separarse, Black Francis, Kim Deal, David Lovering y Joey Santiago habían pasado cuatro años recorriendo el mundo en autobús, fue una larga gira, “cuando la banda se separó revisé mi agenda y conté 567 conciertos. Estaban cansados y cada uno emprendió su propio proyecto”, cuenta Myles Mangino en su documental Pixies Sell Out.
Fue entonces cuando Charles se cambió el nombre de Black Francis a Frank Blank; Kim Deal revivió la banda que creó con su hermana gemela, The Breeders; Dave Lovering y Joy Santiago formaron The Martinis en 1995, después Lovering abandonó a Santiago, incursionó en la magia y se convirtió en el baterista en la gira del grupo Cracker.
– A punto del reencuentro
A finales de los 90, Lovering se enfrentó a una fuerte crisis financiera. Como mago le abría sus conciertos a Frank Black, The Breeders, Camper Van Beethoven y Grant Lee Buffalo. En tanto, Joey Santiago compuso la banda sonora de varias películas, y canciones para programas de televisión.
En cada oportunidad que tenían medios de comunicación y fanáticos de preguntarle a Charles Thompson y a Kim Deal, con sus respectivos proyectos Frank Black y The Breeders, sobre el cuándo volverían a tocar juntos, tajantemente respondían: “Nunca”, según lo relata Richard Jones, el manager de la gira de Pixies en el documental sobre el reencuentro de la banda.
12 años les tomó a Charles y Kim ponerse de acuerdo, tolerarse y eliminar rencores para que cumplieran su tan ansiado regreso en 2003. Dos años antes de que se confirmara la noticia de la posible reunión, Charles Thompson dijo a manera de broma dijo que la banda se reuniría próximamente. Joey Santiago, David Lovering y por su puesto Kim Deal lo negaron.
Esta fue la estrategia e iniciativa que tomó Charles para negociar una reunión, explica el propio manager de la gira de los Pixies, Richard Jones.
– Su primera vez en México
La primera vez que se mencionó la posibilidad de que Pixies tocara en la ciudad de México fue en 1994, luego en 2004, tras su actuación en el festival de Coachella en Indio, California.
Sin embargo, ello no sucedió, pues se rumoró que esa decisión fue tomada por la banda luego de que en Brasil les robaran parte de sus instrumentos.
Seis años después, el sueño por fin se cumplirá este sábado, la banda será el plato fuerte del esperado festival Corona Capital y el domingo ofrecerá un concierto en el Teatro Metropólitan, en la ciudad de México.
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