México, D.F. / Marzo 29.-
De acuerdo con algunos de sus biógrafos, Plácido Domingo antes de dedicarse al bel canto fue arreglista y corista de ídolos del rock and roll mexicano como Enrique Guzmán y César Costa. Su primer paso al éxito y a ser reconocido por la BBC como el mejor tenor de la historia lo dio en el teatro “María Teresa Montoya”; fue el 19 de mayo de 1961 cuando interpretó el papel de Alfredo, de “La Traviatta”.
Este martes, después de su exitosa presentación en Argentina, festejará en México su cumpleaños 70 y medio siglo de su debut en México, a las 20:30 horas en el Auditorio Nacional; estará acompañado por la soprano argentina Virginia Tola y la directora mexicana Alondra de la Parra, quien se situará frente a la Orquesta Sinfónica de Minería e interpretarán arias de ópera, zarzuela y canciones populares mexicanas.
A propósito del homenaje que se le ofreció en Madrid, su ciudad natal, por su cumpleaños celebrado en enero pasado, el cantante de ópera indicó sentirse feliz de festejar un aniversario más de vida. “Soy afortunado por poder cantar para público de todo el mundo, que me ha dado muchas emociones y sentimientos. Llegar a los 70 cantando es un privilegio. No sé cuántos años más estaré cantando, pero seguiré haciéndolo mientras me sienta fuerte”, dijo a la prensa.
El cariño por el país donde inició
Sobre su presencia en el Auditorio Nacional para rememorar su debut, reiteró su enorme cariño por el país. “México fue el lugar donde empecé a cantar y todos saben el cariño que le tengo al país, al ser Martha mi mujer de allí, y dos de mis hijos nacidos allí y mis padres fueron a México. Le considero casi una segunda patria por los años que pase allí”, aseguró el cantante de ópera.
Domingo posee más de 130 óperas en su currículum y ha interpretado cerca de 600 personajes, poco menos que Enrico Caruso, el tenor al que considera el mejor cantante de todos los tiempos.
Muchos críticos lo han descrito como una especie de “semidiós”, poseedor de un timbre varonil, enérgico, pleno, de agudos naturales y perfecta forma narrativa, y además como el único tenor capaz de no encasillarse y de ser creíble a la vez en cada uno de sus papeles, dándolo todo en el escenario, “nunca a menos del cien por cien”.
El tenor español ha recibido diversos homenajes en México, uno de ellos fue la develación de una estatua suya en bronce, fundida a partir de llaves donadas por la población, y ubicada en la Plaza de los Grandes Valores. El reconocimiento no sólo ha sido por su trayectoria y su labor altruista, sino también por su participación en el rescate de las víctimas del terremoto que sacudió la metrópoli en 1985.
Sobre el secreto para mantener la voz, Domingo ha dicho que requiere de una gran técnica, entrega y disciplina. “La voz es una mujer muy celosa, necesita que todo el tiempo la atiendas, además es el instrumento que más se afecta, así que debes ser muy disciplinado”.
El evento titulado “México celebra a Plácido Domingo en concierto” se llevará a cabo, además, en el marco de los 90 años de la Secretaría de Educación Pública.