Guadalajara, Jal. / Octubre 20.-
Agotaron su crédito con el gris 0-0 ante Chile. Igualar el primer juego no estaba en el “scrpit” de la Selección Mexicana Femenil, resultado que aumenta el compromiso para el duelo de mañana por la noche, contra Trinidad y Tobago.
Los rostros siguen desencajados, las bocas amargas, pero también la fe en sí mismas. Las dirigidas por Roberto Medina saben que la exigencia aumentó, pero advierten que saldrán adelante.
“Sí existe presión”, reconoce la experimentada volante Guadalupe Worbis. “De por sí, en torneos cortos, si no ganas un partido te afecta muchísimo, pero tenemos que entrar a la cancha con más calma, pacientes en el momento de construir las jugadas y a la hora de meter el gol”.
Virtudes que no mostraron frente a las sudamericanas. Otros 90 minutos sin contundencia podrían ser mortales, así es que el corto periodo de descanso entre partidos es aprovechado para liberar la mente y recobrar ilusiones.
Dolida por fallar en el debut, la arquera Cecilia Santiago concede que el doloroso empate “nos compromete a sacar un buen resultado en el partido que viene y a estar más concentradas”.
No hay mucho tiempo para ensayar ajustes tácticos. Lo apretado del calendario obliga al cuerpo técnico a enfocarse en recuperarlas físicamente, aunque también deben reanimarlas. Salir abucheadas del estadio Omnilife resultó un fuerte mazazo para todas.
Doble labor previo a jugarse buena parte de sus esperanzas frente a las caribeñas, cuya potencia física es una cualidad que podría otorgarles cierta ventaja. Eso explica la trascendencia que el Tricolor le da al descanso de cuerpo y mente.
“Tenemos que estar concentradas en las dos cosas, mejorar”, sentencia Worbis. “Sí nos sentimos un poquito tristes, pero debemos estar bien, porque si no, nos vamos a ir todavía más abajo”.
“Hay que mejorar mucho en cuestión anímica y a seguir buscando los goles”.
Cumpleaños a la distancia
Alma del grupo, Santiago vive un día especial. Es su cumpleaños número 17, pero lo pasa dentro de la Villa Panamericana, alejada de su familia.
Con nostalgia, comparte que extraña “a mis papás, aunque ahora vinieron al partido (contra Chile) y me sentí muy feliz de verlos. No me queda más que pasármela bien”.
Y preparar un encuentro vital para mantener la esperanza de colgarse la presea áurea.
Roberto Medina, director técnico de la Selección Mexicana femenil, decidió que, además de hacer ligero trabajo regenerativo, las chicas tuvieran una larga sesión de video, en la que se analizaron los yerros cometidos frente a Chile, sobre todo de mediocampo hacia el frente.
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