México, D.F.-
Con toda paciencia, Hilda Tenorio aguarda el momento de presentarse en la Temporada Grande de La México. La cita —emplazada para el 4 de marzo— reviste una necesidad apremiante para la torera de Morelia, quien no viste el traje de luces desde el 25 de noviembre pasado.
“La ilusión es gustarme”, comparte Hilda. “Para ser sincera, hace mucho tiempo que no me siento a gusto con un toro y mi ilusión es gustarme, reencontrarme yo. A lo mejor no me ha salido un toro que me permita desarrollar por completo lo que siento y esa es mi ilusión de ir a la Plaza México, encontrar esa conjunción toro- torero, que me vuelva a hacer sentir eso”, agrega la michoacana.
Acartelada en la Plaza México con la española Maripaz Vega y la yucateca Lupita López, en la combinación femenil a la que también se integra la rejoneadora europea Ana Batista, Hilda sólo lamenta que la comparecencia ocurra en la recta final de la triunfal campaña.
“Esta temporada ha sido de las mejores para los toreros mexicanos y me hubiera gustado ser parte de eso; tengo una tarde, esperemos a ver qué pasa”, dice la torera.
“Espero triunfar esta temporada para que en la próxima me den un lugar mejor, porque triunfas y puedes cortar lo que quieras, pero ya no tienes la oportunidad de repetir y la gente tiene un año para olvidarse; creo que lo que hace grandes a los toreros es la continuidad”, reflexiona.
Con tres meses de inactividad y apenas una decena de festejos a cuestas durante el último año, Tenorio concentra sus esfuerzos en las invitaciones que recibe para acudir al campo bravo y en los entrenamientos diarios. La michoacana no se aparta de la disciplina, consciente de que su profesión demanda paciencia.
“He estado viviendo en torera y eso me ha despejado la mente y me ha centrado más en lo que quiero. Me he dedicado a entrenar”, subraya Hilda, con el objetivo claro —a pesar de la escasa actividad—, para mantener así el gusto por calzar el traje de torera.
“La ilusión y la afición están”, recalca. “El ánimo sí decae un poco, porque ves que otros compañeros están triunfando y tú no; pero esa afición e ilusión te sacan a flote, así como las personas buenas que te ayudan, como los ganaderos de Cerro Viejo, Rodrigo Tapia y Lascuráin, que me han abierto las puertas de su casa para ir a respirar toro”, añade.
Responsabilizada por el sitio de consentida que ocupa entre los aficionados capitalinos y a la espera de conocer la procedencia del ganado que lidiará en La México, Tenorio confía en reencontrar ese gusto, en disfrutar y emocionar al tendido.
“Gracias a Dios, la gente de la Plaza México me quiere mucho y yo trato de justificarme tarde a tarde, saldré siempre a dar el máximo”, finaliza la también licenciada en Derecho.
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