Saltillo, Coah.-
La mina “Pasta de Conchos”, en el municipio de San Juan de Sabinas, sigue cerrada al cumplirse siete años de la tragedia que enlutó a 65 familias. Los deudos siguen demandando justicia y el rescate de los 63 restos de los mineros que quedaron atrapados en el socavón.
Viudas y familiares de las víctimas iniciaron una vigilia desde las 00:00 horas de este martes en el punto conocido como “La Pluma”, donde colocaron ofrendas florales en memoria de los fallecidos.
A las 02:00 de la madrugada, hora en que ocurrió la explosión de gas metano aquel 19 de febrero de 2006, los deudos rezaron por las almas de sus seres queridos cerca del acceso al yacimiento de carbón, pues no tienen una tumba para ir a visitarlos.
Es el mismo dolor, aunque quizá ya no tan intenso, de quienes no han podido vivir su duelo; ya no está Norma Vittela, viuda de José Ángel Guzmán Franco, quien murió hace 20 días de un infarto, sus tres hijos quedaron en la orfandad, uno de ellos discapacitado.
Vittela sostuvo siempre que la explosión de gas metano en Pasta de Conchos fue por corrupción: “Es obvio que fue a cambio de dinero, es lo que también deben investigar”, insistía al sostener que los inspectores de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social se vendieron con la empresa Industrial Minera México SA, por eso no había medidas de seguridad.
Las viudas coinciden en que días antes de la tragedia había demasiado gas en la mina, “que aunque no huele se siente cuando respiras porque llega hasta los pulmones”, que sólo había un ventilador y ellos tumbaban carbón como a 2 mil 500 metros en uno de los tiros, 500 metros más de lo permitido, los cables de luz estaban “pelones”, tirados en el suelo y en que había muchas cosas que estaban mal.
Del ex delegado de la Secretaría federal del Trabajo, Pedro Isaac Camarillo, nunca se volvió a saber nada, afirman.
Los familiares siguen demandando mayor número de inspectores para supervisar las condiciones en que operan las minas, tajos a cielo abierto y los pocitos, estos últimos extracciones rudimentarias de carbón que son un riesgo para los hombres que trabajan en ellos.
Guillermo Iglesias López, hijo de Guillermo Iglesias, advirtió que Pasta de Conchos no es un caso cerrado y reiteró que a siete años exigen el rescate de los restos de los mineros, mejor calidad de vida para los trabajadores y para los deudos de las víctimas de la industria del carbón y que se aumenten los inspectores porque sólo son 11 y se necesitan 30 ó 40, al menos.
Como cada año, a partir de las 10:00 horas se oficiará una misa que estará a cargo del sacerdote Juan Andrés Dávila en “La Pluma”.
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