Dallas, E.U. / Noviembre 5.-
Autoridades castrenses, familiares y amigos de los 12 soldados y un civil que fueron acribillados en el Fuerte Hood, en Texas, recordaron hoy el primer aniversario de la mayor masacre registrada hasta ahora en una instalación militar del país.
En una ceremonia realizada en el mismo lugar de la tragedia, el jefe del Estado Mayor del Ejército, general George Casey, y el secretario del Ejército, John McHugh, otorgaron reconocimientos a los más de 50 soldados y civiles “cuyas acciones estuvieron por encima y más allá de su llamado al deber”.
Entre los que recibieron reconocimientos figuran dos agentes de la policía que fueron los primeros en llegar al Fuerte Hood, en el centro de Texas, donde se enfrentaron al atacante, que fue identificado como el mayor del Ejército, Nidal Malik Hasan.
Además, otorgaron un reconocimiento póstumo al capitán John Gaffaney, quien murió luego que Hasan le lanzó una silla.
Durante la ceremonia se develó un monumento de granito de 1.80 metros de altura con los nombres de cada una de las 13 víctimas.
“La muerte deja un dolor que nadie puede curar -El amor deja una memoria nadie puede robar”, señala la leyenda grabada en la parte superior del monumento.
La ceremonia incluyó un minuto de silencio y un acto castrense en el que las banderas fueron bajadas hasta media asta.
El gobernador de Texas, Rick Perry, emitió un comunicado en el que se sumó también a la conmemoración del trágico aniversario.
“Hace un año, nuestra nación, nuestro estado y nuestra comunidad militar fueron estremecidos por una cobarde y cruel ataque que dejo 13 muertos y docenas de otros más lesionados”, dijo Perry.
“Hoy, hacemos una pausa para recordar aquellos que murieron, honrar a aquellos que tuvieron el valor de ayudar a prevenir que la tragedia fuera mayor y renovar nuestro compromiso de respetar y cuidar a todos los héroes estadunidenses que se han sacrificado en nombre de la libertad”, indico.
El 5 de noviembre de 2009, el mayor del Ejército, Nidal Malik Hasan, disparó contra sus compañeros que se encontraban en un centro de procesamiento médico en las instalaciones del Fuerte Hood.
Hasan, de origen palestino habría realizado el ataque presuntamente molesto porque sería enviado al frente de batalla en Irak, lo que lo colocaría en la posición de disparar y dar muerte a “hermanos musulmanes”.
El atacante comenzó el mes pasado a ser procesado por la justicia militar acusado bajo el código castrense de 13 cargos de asesinato premeditado y 32 cargos adicionales por intento de asesinato premeditado.
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