México, D.F.-
El Pleno del Senado aprobó una reforma a la Ley General de Infraestructura Física Educativa, para establecer una red nacional de bebederos de agua potable y de calidad en todas las escuelas públicas del nivel básico, es decir, de preescolar, primaria y secundaria.
La propuesta avalada por unanimidad con 83 votos en la sesión de este jueves, fue devuelta a la Cámara de Diputados ya que se eliminó otorgar recursos públicos a las escuelas privadas, las cuales deberán instalar dichos bebederos en un plazo no mayor de 18 meses, una vez publicado el decreto.
En cuanto a los planteles públicos, que recibirán recursos del erario para instalar los bebederos, tendrán un plazo máximo de tres años para contar con los mismos, en beneficio de la salud de los alumnos y para revertir los altos niveles de obesidad por consumo de refrescos.
En la propuesta de reforma se eliminó el Artículo Sexto transitorio que planteaba excluir o por lo menos no dar prioridad a las escuelas con menos de 100 alumnos, es decir, las más dispersas en zonas serranas, rurales e indígenas.
El Artículo incluido por la Cámara de Diputados señalaba que “el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa dará prioridad a las instalaciones educativas con más de 100 alumnos para efecto de la instalación de los bebederos de agua potable”.
Cabe señalar que de acuerdo con datos del Catálogo de Inmuebles Escolares 2007-2008, 30 por ciento de las escuelas de educación básica del país carecen de agua potable, es decir, alrededor de 50 mil del total de 162 mil.
Asimismo del total de planteles de educación preescolar, primaria y secundaria, 18 mil 280 tienen acceso a agua a través de pozos; siete mil 778 la obtienen de manantiales o ríos; otras 14 mil 866 cuentan con aljibes, y tres mil 543 tienen agua a través de pipas.
No obstante, agrega el dictamen aprobado, nueve mil 601 planteles carecen completamente de agua.
La reforma señala que “dimensionando el problema de obesidad infantil para México en el ámbito internacional, se puede señalar que México ocupa el octavo lugar de obesidad infantil en niños y el cuarto en obesidad infantil de niñas”.
De esta forma, se coloca “muy por encima del promedio de los países miembros de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), al ser en promedio para este conjunto de países de 20.4 por ciento y 21.9 por ciento, respectivamente”.
En tribuna, el senador panista, Juan Carlos Romero Hicks, expuso que los recursos que destine el gobierno federal a este programa de bebederos de agua sólo serán para planteles públicos y no privados, como lo había incluido la Cámara de Diputados.
El legislador del Partido Acción Nacional (PAN) argumentó que no se trata sólo de instalar los bebederos, sino garantizar que funcionen correctamente y que ofrezcan agua de calidad, “que en cada escuela haya agua saludable”.
En este sentido, la reforma destaca que “se garantizará la existencia de bebederos suficientes y con suministro continuo de agua potable en cada inmueble de uso escolar conforme a los lineamientos que emita la Secretaría de Salud en coordinación con la Secretaría de Educación Pública”.
También se asegurará la atención a las necesidades de las comunidades indígenas y las comunidades con escasa población o dispersa, así como la aplicación de sistemas y tecnologías sustentables, y se tomarán en cuenta las condiciones climáticas y la probabilidad de contingencias ocasionadas por desastres naturales, tecnológicos o humanos.
El dictamen establece que queda prohibido destinar recursos públicos federales para construir, equipar, dar mantenimiento, rehabilitar, reforzar, reconstruir o habilitar instituciones educativas privadas; incluido los bebederos. La reforma fue devuelta a San Lázaro.
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