Indianápolis, E.U.-
Día de Medios. La mañana en la capital del estado de Indiana es fría (11 °C), pero sin nieve. Los noticieros matutinos locales avisan a los televidentes que estarán cerradas las avenidas aledañas al Lucas Oil Stadium, pues reporteros, fotógrafos, algunos comediantes y hasta cirqueros, tenían una cita con los jugadores de Gigantes y Patriotas, que lucharán por el trofeo Vince Lombardi en el Super Bowl XLVI.
Pero este fue un Media Day diferente. Por primera vez en la historia del Super Bowl se permitió el acceso a la afición; fueron siete mil fans, que pagaron 25 dólares por boleto, y presenciaron el espectáculo mediático por excelencia del evento deportivo más popular en Estados Unidos.
Se les facilitó un radio para que escucharan preguntas y respuestas.
La marabunta de reporteros y camarógrafos plagó el césped del Lucas Oil. Cables, choques y tropiezos accidentales por doquier. Los jugadores dispersos, las historias también. Por los Patriotas de Nueva Inglaterra fueron asediados el quarterback Tom Brady y el ala cerrada Rob Gronkowski, cuya lesión en el tobillo tiene nervioso a más de uno.
“Faltan seis días”, dijo Gronkowski. “Puedo estar al cien por ciento ese día o en un dos por ciento”.
¿Chad Ochocinco? Al estilo de los Patriotas, no declaró nada “picoso”.
Por los Gigantes de Nueva York los más populares ante los medios de información fueron el pasador Eli Manning y el receptor de origen puertorriqueño, Víctor Cruz.
“La verdad fue mi abuelita la que me enseñó a bailar y lo hizo bien”, dijo Cruz en perfecto español, refiriéndose a su famoso baile de salsa cuando anota un touchdown. “Seguiré festejando con el paso de salsa todo el tiempo que juegue en la NFL. La salsa está conmigo”.
No, esta vez no hubo circo de tres pistas en el Media Day.
Un súper héroe, un pirata con sarape y un “hippie” con un atuendo oriental y la figura de un dragón (por el año nuevo chino) fueron los que trataron de montar su show… sin mucho éxito, porque los jugadores no les siguieron el juego.
Gigantes y Patriotas se tomaron muy en serio aquello de que éste es “un viaje de negocios”.
Inés Sainz, reportera de TV Azteca y columnista de EL UNIVERSAL, fue entrevistada por las cadenas televisivas de Estados Unidos. Lo mismo sucedió con la presentadora Marisol González, de Televisa, quien al acercarse a los protagonistas del Super Bowl XLVI les pedía que se pusieran un sombrero de paja con los colores de la bandera mexicana. La mayoría de ellos aceptaron, Víctor Cruz entre ellos.
El de ascendencia boricua también se dio tiempo de mostrar sus dotes de bailarín de salsa cuando sacudió el cuerpo al ritmo de la música, acompañado por la cantante Ciara.
Poco circo y mucho respeto.
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