Culiacán, Sin. / Octubre 29.-
En los panteones municipales se reciclan tumbas para abrir espacio a los nuevos funerales. En contraste, en los privados, se edifican lujosos mausoleos de cantera y mármol, para alojar los finos féretros de personales ligadas a la delincuencia organizada.
Seis de los siete cementerios públicos que se tienen en la ciudad de Culiacán agotaron sus espacios, algunos de ellos que datan de 190, por lo que se recurre a la Ley de Salud para exhumar restos con más de 15 años de entierro, previa autorización de los deudos.
A excepción del camposanto de la colonia 21 de Marzo que dispone de mil lotes, en los panteones Civil, San Juan, La Lima, La Loma, el Barrio y Bachigualato se ven saturados, por lo que se promueve el reciclaje de las tumbas.
Los camposantos municipales han sido saturados por las familias de escasos recursos, puesto que un lote de tres metros cuadrados, con un valor de cuatro mil 500 pesos se puede convertir en una cripta para tres gavetas, que cuesta 12 mil 800 pesos para los deudos.
En Sinaloa, en donde la violencia arroja una cifra de 13 mil 53 personas asesinadas en los últimos tres sexenios, la cremación de algunas de las víctimas se ha convertido en una práctica común, ante la saturación de los cementerios municipales y el encarecimiento de los sepelios.
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