México, D.F.-
“México está en una etapa con el potencial para que surjan empresas innovadoras, con un diferencial en el mercado que les permitirá competir con las grandes firmas que tardaron en consolidarse hasta 100 años y Startup Factory quiere formar parte en ese proceso”, dijo en entrevista Hugo Stevens, co-fundador de la aceleradora de negocios.
Startup Factory es una incubadora y un fondo de inversión que surgió en 2011 mediante un proceso de “levantamiento de capital” y ahora impulsa otras iniciativas, asesora a empresas ya consolidadas y, si detecta oportunidades en una industria particular, buscan al emprendedor capaz de realizar las innovaciones necesarias.
A diferencia de otras aceleradoras, el fondo tiene personal inhouse, como diseñadores, asesores financieros y especialistas en marketing digital para apoyar los proyectos de cada empresa o persona.
“Al paso del tiempo veíamos que el dinero se gastaba en necesidades que la mayoría de los emprendedores tenían en común, así que creamos un grupo interno que cubriera ese tipo de requerimientos, con lo que se reduce tiempo y la gente puede dedicarse a sus ideas”, refirió Stevens.
Proceso acelerado
Otro diferenciador es que Startup Factory apoya a las empresas desde su inicio, cuando solamente son unas pocas personas, hasta llegar a una gran empresa que valga millones de dólares en un lapso de tres años.
“Esa transición es un paso crítico y no mucha gente tiene esa experiencia en México, porque en nuestro país hay industrias grandes que fueron creciendo en un periodo de 50 años, por decir un ejemplo, eso les dio tiempo para irse adaptando; pero una startup tiene como requerimiento pasar de generar cero a dos millones de dólares de ingresos en periodos cortos”, señaló.
Otro fundador de la firma, Manuel Landa, conoce bien ese proceso, pues hizo posible que la sociedad de telecomunicaciones Telscape valiera 20 millones de dólares.
A diferencia de los negocios tradicionales y las franquicias, hay empresas que desarrollan innovación y pueden tener un crecimiento exponencial en poco tiempo. “Nosotros recuperamos inversión cuando la empresa aumenta su valor o se vende y eso puede tardar hasta cinco años”.
Explicó que cuando son proyectos externos se negocia con el fundador dependiendo de qué tan desarrollado está el proyecto.
Después hay varias rondas de inversión en las que los socios se quedan con un porcentaje de la compañía. Algunos invierten los primeros tres meses, sin embargo, todos los involucrados se quedan con una parte de la empresa y se mantienen como socios.
Etapas de crecimiento
“A nivel de ecosistema existen huecos. Hay mucho capital para invertir en México pero está disponible sólo para empresas que están en una etapa más adelantada, no en donde se requiere, que es al principio”, señaló Stevens.
Destacó que los emprendedores deben tener la visión de crecer hasta poder competir con las corporaciones de renombre.
“Eso es posible aprovechando los cambios en el mercado. Se puede comenzar por aspectos pequeños para que las empresas grandes no lo vean como una amenaza y, al final, ganar el mercado.
“Ese fue el caso de Skype, que al principio no podía competir con las empresas de telecomunicaciones, y únicamente lo utilizaba la gente joven (porque era más barato, aunque no se escuchaba bien), pero después le fueron agregando funciones, mejorando aspectos y ahora le ha ‘comido’ terreno a los carriers, sobre todo en llamadas de larga distancia”, manifestó el asesor.
El ambiente móvil que traen consigo los smartphones y tabletas es para Hugo Stevens otra gran oportunidad para crear una iniciativa próspera.
“No sólo hay opciones en las aplicaciones de juegos que compiten con consolas tradicionales, sino en el retail, para que se facilite el hacer compras por teléfono con sacarle una foto al producto o en la medicina, donde el móvil te permita tener un diagnóstico diario.
También hay posibilidades de aprovechar que las personas ven televisión o noticias en el móvil mientras se desplazan”, concluyó.
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