Berlín, Alemania.-
“Haywire”, un thriller de espías al más puro estilo Soderbergh, con Antonio Banderas y Michael Fassbender como secundarios de lujo, compartió protagonismo en la Berlinale con “La chispa de la vida”, drama en el que Álex de la Iglesia lanza una crítica feroz a la falta de escrúpulos en la era de la comunicación.
Si ambas películas acapararon los flashes, la carrera por el Oso de Oro tuvo denominación asiática: por un lado, la lucha de clanes en tiempos de la revolución china en Bai Lu Yuan y, por otro, un cuento sobre la soledad en “Postcards From The Zoo”.
Soderbergh, a golpes con “Haywire”.
De complots y operaciones secretas habla Haywire, el nuevo thriller del cineasta ganador de un Oscar por “Traffic”. Cuajado de escenas de acción, el filme tiene un reparto impresionante —de Michael Fassbender a Antonio Banderas pasando por Ewan McGregor y Michael Douglas—, pero su protagonista era una desconocida en la gran pantalla.
“Haywire” nació precisamente del interés de Soderbergh por filmar a Gina Carano, una luchadora de artes marciales mixtas que debuta en cine por la puerta grande. “Ha sido un sueño, y por su puesto que me gustaría volver a intentarlo”, declaró la campeona de Mui Thai durante la presentación.
En una animada rueda de prensa, Fassbender (Shame) dijo entre risas que Carano le golpeó “mucho más fuerte en el trasero” de lo que pegó él durante las escenas de acción.
Antonio Banderas, que podría alzarse con un Goya por su papel en “La piel que habito” (Pedro Almodóvar), destacó la “vertiginosa forma de trabajar” del director de “Ocean’s”: “Es como filmar con un músico de jazz, conoce perfectamente la partitura pero no hace más que improvisar”.
Para el realizador, que declaró su amor por Barcelona en la rueda de prensa, era un desahogo filmar este trepidante thriller visual, donde los golpes tienen prioridad ante los diálogos y que lleva al espectador a recorrer medio mundo. “Quería hacer algo al estilo de las películas de Hitchcock, en las que 50% transcurría sin diálogos”, comentó Soderbergh.
“Creo que el cine debe reivindicar el derecho a entretener (…) Además, a nadie le apetece ver otra película mía”, bromeó.
“La chispa” Hayek-De la Iglesia
Después de la acción llegó el turno del circo mediático con “La chispa de la vida”, tragicomedia del español Álex de la Iglesia protagonizada por José Mota y Salma Hayek —candidatos a un Goya— y con la omnipresente crisis económica como telón de fondo.
La película, que tras su estreno en España recibió un caluroso aplauso en la sección Berlinale Specials, narra la historia de un publicista desempleado (Mota) que acaba en una situación inverosímil, anclado a una barra de hierro. “Menos mal que en otra vida fui fakir”, bromeó Mota, que rodó tumbado sobre una rejilla a temperaturas bajo cero. “Eso no lo sabe Álex, pero me ayudó mucho”.
Hayek, que da vida a su esposa en la ficción, sostiene que “para cualquier actor es un sueño trabajar con un director que te mejore el personaje, y Álex lo hace”. El cineasta también se deshizo en halagos con la actriz: “Como director con un ego ‘sufría’ mucho viendo las geniales ideas de Salma, que hacían que la película creciera y creciera”.
Cine de autor “made in Asia”
Entre tanto, en la carrera por el Oso de Oro el cineasta chino Wang Quan’an marcó otro hito con su monumental Bai Yu Luan. Por otro lado, Postcards From The Zoo, del cineasta indonesio Edwin, es una fábula sobre la soledad enmarcada en un zoológico.
Discussion about this post