Guanajuato, Gto. / Octubre 28.-
Los adultos se pierden de demasiadas cosas, como las maravillas que pueden existir detrás de la creación de un charco de lado en plena acera. Los niños, en cambio, viven en el asombro, la vida es, en sí misma, un eterno descubrimiento. Por ello, son los pequeños el público que eligió la compañía de teatro sueca Angereds Teater para dedicar su arte.
El grupo teatral, que surgió en una de las poblaciones con el mayor de número de inmigrantes en Suecia, se presentó por primera vez en México para ofrecer la obra “The Butterfly pilots” (Los pilotos de la mariposa) en el Teatro Cervantes, en el marco del 39 Festival Internacional Cervantino.
Antes de la presentación, el director de la compañía, Johan Friberg, explicó en conferencia de prensas que el trabajo que presentan los actores Phax Ahamada, quien ha creado una técnica única de lento movimiento, y la actriz y bailarina Ami Skanberg, conocida por la combinación de estilos de baile de todo el mundo en su trabajo, es una historia sobre la soledad y la amistad, las caídas repentinas y los nuevos ciclos de vida.
“Es una obra con mucho baile y movimiento, lo más importante es que sólo usamos el lenguaje del cuerpo. Queríamos hacer una obra que le hablara a los niños y que incluyera varios estilos de música”, explicó.
El director escénico sostuvo que en Suecia hay una gran tradición de teatro infantil, pues son un sector de la población que se ha privilegiado. Así, la nueva puesta en escena que se ha presentado también en Egipto, busca ofrecer un montaje desde la perspectiva infantil.
“Es una obra muy poética, quisimos hacer un trabajo desde la perspectiva de los niños, no podemos estar en sus mentes, pero sí podemos acordarnos de cuando éramos niños. Una de las particularidades de este trabajo es que nos acercamos al público, pues para nosotros es muy importante que los pequeños entiendan que somos receptivos a las reacciones que les provoca lo que hacemos, que sientan que también pueden ser partícipes de la historia, por eso creo que la obra es muy moderna, igual que nuestro país”, dijo
El director explicó que la compañía siempre ha estado conectada al tema de los inmigrantes. “En Suecia hay muchos suburbios que están un poco alejados de las ciudades con mayor movimiento, no hemos sido muy buenos al querer integrarnos, aunque tampoco los hemos excluido, cuentan con todos los servicios para vivir bien. Nuestro teatro no ha podido estar ajeno a esta realidad”.
Escenario internacional
Por su parte, Skanberg sostuvo que en la ciudad donde viven hay habitantes de por lo menos 100 países. “Esta diversidad la hemos llevado a nuestro trabajo en distintos sentidos, por ejemplo, el escenario es muy internacional, el techo no es muy sueco, puede tener reminiscencias de Egipto o incluso de México, así, el público podrá encontrar coincidencias”.
Friberg añadió que si bien el teatro no tiene una obligación moral de cambiar las cosas, sí es posible llevar a escena la realidad o la irrealidad de la existencia.
Sobre el mundo infantil refirió: “Tengo hijos pequeños y me doy cuenta de que a través de la mirada de ellos, mi vida puede ser muy aburrida. Ellos se preguntan cosas que los mayores nunca lo hacen; nos perdemos de demasiadas cosas”.
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