Herzogenaurach, Alemania / Junio 2.-
Guillermo Franco ha comenzado una fuerte lucha contra el tiempo. El delantero de la Selección Nacional todavía no se recupera del golpe que sufrió en el pie derecho durante el amistoso ante Inglaterra en Wembley y no podrá jugar el último partido de la gira europea ante Italia en Bruselas, Bélgica.
El problema que arrastra El Guille en el dedo gordo del pie derecho le ha dejado fuera de los entrenamientos del martes pasado, los últimos en Herzogenaurach. Por la mañana, Franco salió con el resto del grupo a calentar y a trotar al inicio de la práctica, mas el dolor lo venció.
Al darse cuenta de la situación del atacante, el técnico tricolor, Javier Aguirre, lo llamó para que saliera de la cancha y caminó con él hacia el vestuario, de donde ya no salió, más que para solicitar algo de hielo que calmara el dolor.
Después de dejar a Franco, Aguirre se dirigió con el doctor Radamés Gaxiola para solicitarle respuestas al caso del delantero, a quien se le ha visto en el hotel de concentración con la molestia reflejada en el rostro: “Ojalá pueda superar esto rápido, porque sería una verdadera lástima quedar fuera del Mundial por una cosa como esta”, dijo El Guille al final del partido del Tri contra Holanda, en Friburgo, el segundo de la gira y el primero que se perdió por la lesión.
Con dolor en el punto de apoyo, a Franco se le dificulta el salto y la carrera, además de que patear al balón con fuerza y confianza le resulta complicado, por ello, la frustración del delantero, quien marcó tanto en el duelo ante los ingleses, justo antes de salir de cambio al no poder continuar por el dolor.
A pesar de que el médico del equipo había controlado con tratamiento el dolor que el jugador tiene en el pie, ya no soportó más, por lo que se perdería el choque ante Italia, en espera de estar listo para el 11 de junio, cuando México se mida al anfitrión Sudáfrica en la inauguración de la Copa del Mundo. De no poder recuperarse para la apertura de la justa mundialista, el centro titular del cuadro de Aguirre sería Javier Hernández, con quien Franco había comenzado una lucha deportiva por el puesto.
Los días posteriores a la lesión, Guillermo habló de las condiciones de Hernández, de quien aseguró, “es un gran jugador, se mueve bien, tiene gol, es un gran chico”. Y hasta compartió que durante las prácticas le da algunos consejos para poder jugar como poste y ayudar al resto de los elementos ofensivos: “Por ahí le cuesta trabajo jugar de espalda al arco, pero no tiene ningún problema”. Hoy la ayuda moral viene del Chicharito hacia El Guille, en busca de darle ánimo para que se recupere y no pierda la oportunidad de jugar el segundo Mundial en su carrera futbolística.
Después de la cena, se pudo observar a Franco subir a la habitación que ocupa en el hotel de concentración con una bolsa de hielo amarrada al pie derecho, en signo de que se le volvió a inflamar por el esfuerzo de querer entrenar con el resto del grupo, del que ha quedado separado por una lesión que no cede y que lo ha puesto en una lucha contra el tiempo.
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