Dublin, Irl. / Junio 18.-
Desde que Thierry Henry usó impunemente la mano en la jugada del gol que le arrebató a Irlanda un lugar en el Mundial, los irlandeses han esperado un momento de retribución y lo han tenido festejando cada error y tropiezo de Francia en el Mundial.
La derrota 2-0 que sufrió Francia frente a México el jueves inspiró a los dublineses a sacar sombreros, beber tequila y considerar si logran fabricar algunas piñatas de Henry a tiempo para el último partido de Francia en la primera ronda del torneo el martes contra Sudáfrica.
“Anoche sacamos los sombreros. El martes vamos a soplar vuvuzelas en apoyo de los sudafricanos”, dijo el trabajador de la construcción Paddy McCafferty, de 30 años, a las dos de la tarde cuando apenas salía a comprar los periódicos matutinos después de haber celebrado hasta el amanecer el tropiezo de Francia.
Hasta los comentaristas de la televisora estatal irlandesa RTE se contagiaron del ambiente y se pusieron sombreros y se preguntaban porqué Irlanda no había logrado vencer al desorganizado equipo francés durante el repechaje de noviembre.
Irlanda perdió 2-1 en la serie contra Francia cuando Henry controló con la mano el balón dentro del área irlandesa antes de pasarlo a su compañero William Gallas, cuyo gol en tiempo de reposición fue validado porque, a diferencia de millones de televidentes, el árbitro no vio la mano.
Irlanda igual pudo haber perdido en la definición por penales, pero el error arbitral dejó una sensación de que la selección irlandesa había sido víctima de una trampa.
Ahora los irlandeses ansían reír al final, aunque Francia tiene una lejana esperanza de clasificarse a la siguiente ronda si se combinan varios resultados a su favor el martes.
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