Pretoria, Sud. / Junio 16.-
Diego Forlán silenció las vuvuzelas (trompetas) el miércoles con dos goles que abrieron las puertas a una victoria de Uruguay por 3-0 sobre Sudáfrica y comprometieron seriamente las posibilidades de los dueños de casa de avanzar a la segunda ronda de la Copa Mundial.
Forlán anotó el primero a los 24 minutos con un tiro desde 30 metros. El balón se desvió levemente en la espalda de un rival y cayó bombeado, por detrás del arquero Itumeleng Khune.
El ariete del Atlético de Madrid aumentó a los 80 de penal, luego de una falta contra Luis Suárez dentro del área que causó la expulsión del arquero Itumeleng Khune, y Alvaro Pereira marcó el tercero en tiempo de descuento.
El árbitro suizo Massimo Bussaca ignoró otra falta contra Suárez dentro del área y le pedonó la vida al sudafricano Kagisho Dikgacoi tras una fuerte infracción contra Jorge Fucile. Dikgacoi estaba amonestaado.
Uruguay, que en su debut había empatado sin goles con Francia, tomó la punta del Grupo A, con cuatro unidades. Sudáfrica, México y Francia tienen una.
México y Francia completan la segunda fecha el jueves.
La derrota deja en posición comprometida a Sudáfrica, que corre peligro de pasar a la historia como el primer equipo anfitrión que no sobrevive a la primera ronda.
El técnnico Oscar Washington Tabárez alineó a tres delanteros –Forlán, Suárez y Edinson Cavani — , con la misión de que ayudasen en el medio. Los tres realizaron una tarea sacrificada de ida y vuelta, haciendo sentir su presencia tanto en el centro del campo como en el área contraria, y dando a Uruguay su primera victoria en 20 años en un Mundial.
Suárez fue una pesadilla para la retaguardia sudafricana, que apeló con frecuencia a faltas para fernarlo. Tuvo tres tiro peligrosos, dos de los cuales motivaron lucidas atajadas de Kune. En el otro la pelota reventó la red, del lado de afuera.
Suárez también habilitó a Pereira para que marcase el tercero de cabeza segundos antes del pitazo final, cuando Sudáfrica jugaba con diez hombres.
Pero fue Forlán, el que más bajaba, quien que abrió el marcador con un bombazo desde lejos y la ayuda de un leve desvío en la espalda de un rival.
El tanto premió a un equipo que no tuvo miedo en tomar la iniciativa pese a jugar ante el dueño de casa en un estadio lleno, donde las vuvuzelas hacían un ruido ensordecedor, que dio paso a un silencio total luego de cada gol. Al equipo local le faltó garra y no reaccionó ni siquiera cuando quedó en desventaja.
La victoria uruguaya pudo haber sido más amplia si Cavani hubiese estado más acertado en la definición. El delantero del Cagliari tuvo tres oportunidades de anotar y llegó tarde o definió mal.
El capitán uruguayo Diego Lugano, por su parte, dejó escapar otra gran ocasión al cabecear desviado solo frente al arco.
Sudáfrica hizo un planteo cauteloso, casi timorato, y jamás inquietó a la zaga uruguaya. Su única llegada con riesgo fue en el segundo tiempo, cuando Katlego Mphela cabeceó afuera desde buena posición.
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