Monterrey, N.L.-
Eran las 00:25 horas del miércoles 25 de octubre, cuando el huracán Otis, categoría 5, tocó tierra en Acapulco, Guerrero, devastando todo lo que encontró a su paso.
El fenómeno meteorológico dejó un caos que a cinco meses de su llegada, aún quedan estragos de la catástrofe.
Edificios en ruina, reconstrucción de hoteles y una infraestructura muy dañada, es lo que aún se puede apreciar hoy en las playas de Acapulco, lugar que en algún tiempo fue el principal destino turístico de México.
Otis dejó un saldo de 50 muertos y más de 30 desaparecidos siendo uno de los huracanes más fuertes registrados en la historia de Acapulco en los últimos años.
Además dañó fuertemente la economía del lugar por los desastres que ocasionó en toda la ciudad.
Los daños y pérdidas fueron de grandes dimensiones en Acapulco, principalmente, y en algunos otros puntos como en Coyuca de Benítez, las cuales fueron calculadas en 15 mil millones de dólares.