Ciudad de México.-
Activistas de la organización ambientalista internacional Greenpeace México hicieron un llamado a los candidatos de los diferentes partidos políticos y líderes de coaliciones a “hacerse cargo” de pendones y lonas de propaganda, también llamada “basura electoral”.
Los activistas devolvieron este tipo de residuos a las sedes de los principales partidos políticos y líderes de coaliciones en la Ciudad de México. Bajo el mensaje “La basura electoral es una mala elección”, buscan llamar la atención sobre la cantidad excesiva de residuos plásticos generados durante las campañas electorales.
“Estamos cansados de ver basura electoral por todas partes. (…) Lo peor es que, al terminar las elecciones, la mayoría de estas lonas plásticas se vuelven contaminación. No sé ustedes, pero nosotros estamos cansados. Es por eso por lo que decidimos llamar a todos los candidatos a hacerse cargo de su basura electoral, y qué mejor forma de ayudarles que regresándoselas”, explica una activista en un video compartido en redes sociales.
¿Cuánta basura electoral más tenemos que soportar? 🛑
Llevamos a los partidos políticos propaganda con la que han inundado nuestras ciudades, hecha de plástico e imposibles de reciclar.🚫♻️
Firma la carta ✍️ para lograr un futuro #SinBasuraElectoral 👉 https://t.co/4wFupyMWyp pic.twitter.com/6qHuXJh8VI
— Greenpeace México (@greenpeacemx) May 22, 2024
Según el Reporte de Fiscalización del INE, los tres candidatos a la Jefatura de Gobierno han desembolsado casi 25 millones de pesos para la colocación de propaganda en la vía pública.
Santiago Taboada, candidato de la coalición “Va por la CDMX”, ha invertido un total de 15 millones 857 mil 129 pesos en la colocación de lonas, pendones y cualquier tipo de publicidad electoral en las calles. Por otro lado, Clara Brugada, postulada por la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, destinó 2 millones 635 mil 156 pesos para el mismo propósito. Además, Salomón Chertorivski, representante del Movimiento Ciudadano, ha gastado un total de 6 millones 436 mil 981 pesos con base en los datos proporcionados por el INE.
El artículo Modernización ecológica y basura electoral. El discurso ambiental en la norma electoral mexicana, que forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, define a la basura electoral como “los residuos generados por la propaganda electoral impresa, a los materiales resultantes de los procesos que, durante las precampañas y campañas, los partidos políticos o los candidatos usan para promocionarse”.
Los activistas de la organización sin fines de lucro realizaron la colecta de estos residuos en varias colonias de la Ciudad de México, incluyendo Coyoacán, Tlalpan, Benito Juárez, Iztapalapa y Miguel Hidalgo. Según los datos recopilados, la mayoría de la basura electoral recolectada pertenecía al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y al Partido Acción Nacional (PAN), seguidos en menor medida por el Partido Revolucionario Institucional y el Partido de la Revolución Democrática (PRI y PRD), así como el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Del Movimiento Ciudadano (MC) se encontró solamente un pendón.
Ornela Garelli, campañista de Océanos sin Plásticos de Greenpeace México, expresó su preocupación ante el impacto ambiental de esta práctica y afirmó que “en medio de una crisis ambiental sin precedentes, es inadmisible que los partidos políticos inunden nuestras ciudades con propaganda electoral hecha con plásticos de un solo uso”.
Garelli subrayó la necesidad de que los partidos políticos e instituciones electorales asuman su responsabilidad en la reducción de residuos plásticos y busquen soluciones alternativas para promocionar a sus candidatos.
De acuerdo con la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano (FRRPU), se estima que para el año 2024 se generarán al menos 25 mil toneladas de basura electoral solo en la Ciudad de México.
Ante esta situación, Greenpeace México exige la transparencia en el uso de materiales de propaganda electoral, así como la implementación de metas claras y realistas para la reducción de basura durante las campañas políticas.