México, D.F.-
José María Martínez, integrante de la Comisión de Salud del Senado de la República, subrayó la importancia de desincentivar con medidas legislativas el consumo de los productos chatarra y urgió a seguir generando normas, como la del impuesto de un peso al refresco, que beneficien la salud de la sociedad.
El legislador dijo que el Congreso de la Unión debe seguir aprobando ese tipo de reformas para frenar la incidencia de padecimientos y enfermedades, como se hizo con el impuesto al refresco que, de acuerdo con la Secretaría de Salud (SSA), propició que en el último año los mexicanos disminuyeran el consumo de calorías.
Autoridades de la SSA dieron a conocer recientemente que el impuesto de un peso por litro a las bebidas azucaradas ha generado que los mexicanos disminuyan, en promedio, el consumo de 16 calorías.
Al respecto el senador aseguró que una de las tareas del Poder Legislativo es impulsar normas orientadas a mejorar la salud de los ciudadanos, como se hace ahora en la Comisión de Salud.
Recordó que esa instancia aprobó diversas reformas a la Ley General de Salud orientadas a prohibir la publicidad de productos de bajo valor nutricional y alta densidad energética en centros escolares.
En entrevista, José María Martínez consideró necesario que se implementen políticas transversales a fin de generar acciones de forma estructural que den beneficios sociales y permanentes.
De otra forma, señaló, “difícilmente se escucharán anuncios como el que la SSA ha dado a conocer, en el que una acción legislativa generó un bien para la salud de los mexicanos en tan sólo un año”.
Reiteró que así lo están haciendo en la Comisión de Salud del Senado de la República, donde se toman medidas para prevenir, orientar y vigilar enfermedades como la obesidad, además de promover la orientación nutricional y buenos hábitos para la salud.
A decir del senador jalisciense el gobierno federal también debería dar a conocer los resultados completos sobre los beneficios e impactos positivos que se han generado a partir del impuesto de un peso al refresco.
De esa manera tanto las autoridades como los medios de comunicación y la sociedad en general, podrán contar con más elementos sobre ese tipo de beneficios en la salud, argumentó.
José María Martínez también aseveró que el gobierno federal debe dar prioridad a las políticas públicas en las que participen diversas dependencias del Estado y no sólo una Secretaría.
Opinó que si todo el gobierno actúa para desincentivar los malos hábitos de consumo alimenticio, –como el impuesto de un peso al refresco– los resultados serán mejores y mayores en el corto plazo.
Cuestionó que en lugar de invertir en las 145 millones de hectáreas productivas que tiene el país para producir alimentos de calidad se prefiera traer inversiones de franquicias extranjeras de la llamada comida chatarra, pues está comprobado que ese tipo de inversión genera más pérdidas que ganancias.
Es así, consideró, porque los costos en salud pública para atender las enfermedades que surgen por el consumo de mala alimentación son mayores que los recursos económicos que ingresan por la instalación de empresas generadoras de alimentos no nutritivos y de mala calidad.
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