Tijuana, B.C. / Junio 7.-
Elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) confirmaron que al menos 20 agentes fronterizos de Estados Unidos participaron en el homicidio contra el migrante mexicano Anastasio Hernández Rojas, la noche del 28 de mayo pasado.
El delegado de la institución, Francisco Javier Reynoso Nuño, aseguró que los oficiales mexicanos están dispuestos a declarar para coadyuvar en las investigaciones que lleven a esclarecer los hechos, aunque no se les ha pedido su colaboración. Admitió que el recinto donde ocurrió la agresión no cuenta con cámaras de video y algunas que hay no sirven.
Los acontecimientos que costaron la vida a Anastasio Hernández constituyen un elemento de alerta sobre la importancia de resguardar el área con cámaras, dijo al tiempo de hacer un llamado para que se cubra esta necesidad.
El viernes 28 de mayo, un grupo de elementos de la Patrulla Fronteriza propinaron una golpiza a Hernández Rojas, quien estaba en la lista de personas deportadas de la garita de San Ysidro, California, a Tijuana por la Puerta México. Gritos y golpes alertaron a los presentes de la agresión a Anastasio, quien de acuerdo con testimonios, se negaba a que lo repatriaran sin que le atendieran lesiones que la mañana de ese día le habían provocado agentes fronterizos.
Elementos del INM tuvieron que concretarse a observar y exigir que pararan la golpiza, debido a que los hechos ocurrieron en territorio estadounidense. Otros testigos hicieron lo mismo.
Dijo que aunque no pudo precisarse porque los hechos ocurrieron a la distancia, se estima que al menos 20 elementos estadounidenses participaron en la agresión que le provocó muerte cerebral y después un infarto al connacional originario de San Luis Potosí.
El delegado sostuvo que ninguno de sus subordinados grabó los hechos, pero reconoció que testigos que se encontraban en el lugar pueden tener este tipo de material, por lo que hizo un llamado público para que lo entreguen como prueba que permita esclarecer el homicidio.
En este sentido, negó se hayan tomado los datos de personas que cuentan con grabaciones, como aseguró un testigo ante medios de comunicación.
Dijo que ninguno de los agentes presentes se percató de la causa de la agresión, y cuando se enteraron ya estaba ocurriendo. Escucharon golpes y las descargas eléctricas a Anastasio.
El ataque contra el connacional se prolongó durante varios minutos y cuando concluyó todavía transcurrió cerca de media hora antes de que llegara una ambulancia, mencionó el funcionario.
Entregan restos de Anastasio
La oficina del médico forense del condado de San Diego entregó este domingo a familiares los restos de Anastasio Hernández Rojas.
Familiares del migrante informaron que en los próximos días decidirán si los restos son sepultados en San Diego, donde viven su pareja sentimental, cinco hijos y dos hermanos, o en su estado natal, donde radican sus padres y el resto de los hermanos.
Hasta este domingo los familiares de Hernández Rojas no habían decidido si presentarían una demanda, luego de que el médico forense determinó que el mexicano fue víctima de homicidio.
El consulado de México en San Diego formó un equipo de asesoría legal para apoyar a los familiares en la decisión que tomen. Andrea Guerrero, abogada de la Unión de Libertades Civiles Estadounidenses (ACLU), la mayor organización legal en el país, dijo que demandan una “investigación a fondo y transparente” sobre la muerte del mexicano.
La abogada explicó que la ACLU expresó su preocupación de que esté aumentando el uso excesivo de la fuerza contra los migrantes.
Adriana Jasso, de la Coalición Proderechos de La Raza, dijo que el caso de Anastasio Hernández merecería calificarse no como abuso de autoridad, sino “abuso brutal de la fuerza”.
El delegado de la Procuraduría de los Derechos y Protección Ciudadana en Baja California, Everardo García, dijo que hubo un “uso excesivo de la fuerza por parte de elementos migratorios estadounidenses que debe ser sancionada contundentemente”.
El caso es investigado por la oficina de homicidios del Departamento de Policía de San Diego, donde el capitán Jim Collins explicó que tendrá listo un reporte en unas tres semanas.
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